[Predicación 1 de 3 para la Renovación Carismática Católica en Cúcuta, Colombia, para el Encuentro de Formación "Tu amor me sostiene"]

* Descubrir el amor de Dios no es tan fácil para nosotros, como tampoco es fácil para un pez descubrir el agua.

* Sin embargo, el pez puede descubrir el agua cuando hay movimientos fuertes del agua. Así también nosotros, cuando somos fuertemente llamados o sacudidos por el amor de Dios.

* Esos movimientos que rompen la cotidianidad suelen darse en cinco formas:

1. Cuando aparecen obstáculos o fracasos, que nos llevan a percibir nuestra impotencia y límites, mientras a la vez descubrimos que nuestros deseos son ilimitados.

2. Cuando llega a nosotros aquella Palabra que nos ilumina, según lo que dice Romanos 10: "la fe viene de la predicación."

3. Cuando nos acontecen coincidencias inexplicables, que nos hacen pensar.

4. Cuando percibimos la paciencia de Dios, o cuando, después de un acontecimiento dramático, en que hubiéramos podido perder la vida, nos vemos obligados a preguntarnos: ¿Y yo por qué estoy todavía aquí? ¿Cuál es mi misión?

5. Cuando nos vemos de frente con su misericordia; la experiencia de la compasión nos hace ver la propia vida de otro modo.