MelP_478-Genesis_47_25
Jan 15, 2024 ·
2m 30s
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Description
«Y ellos respondieron: La vida nos has dado; hallemos gracia en ojos de nuestro señor, y seamos siervos de Faraón.» (Génesis 47:25) Durante los siete años de abundancia en Egipto,...
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«Y ellos respondieron: La vida nos has dado; hallemos gracia en ojos de nuestro señor, y seamos siervos de Faraón.» (Génesis 47:25)
Durante los siete años de abundancia en Egipto, José iba guardando en los almacenes de Egipto enormes cantidades de trigo. Después, en los años de escasez, los egipcios venían a comprar trigo de Faraón. Gracias a la pevisión de José, Faraón consiguió no sólo enormes cantidades de dinero sino también el ganado de los egipcios y hasta sus propias vidas. Los egipcios, sin embargo, no estaban amargados, quejándose por haberse tenido que vender todo lo que tenían para conseguir comida. Más bien estaban agradecidos porque están vivos. Ellos sabían que si no hubiera sido por la provisión de Faraón, se hubieran muerto. Así que cuando les faltó dinero para comprar comida y José les impuso un impuesto del 20% sobre su producción, lo aceptaban porque reconocían que sus vidas pertenecían al que les había salvado la vida. Como cristianos debemos entender las palabras de los egipcios, porque nosotros también hemos recibido vida cuando no teníamos esperanza. Cristo nos dio vida por su muerte en la cruz y ahora verdaderamente no somos nuestros sino que pertenecemos a Dios. Todo lo que tenemos le pertenece y somos sus siervos.
Si nos quejamos o resistimos la voluntad de nuestro Redentor, demostramos que no reconocemos ni la gravedad de nuestra condición de pecadores ni la magnitud de la obra de Cristo. Debemos decir tal como decían los egipcios, la vida nos has dado.... ¡seamos siervos de Dios! (David Bell)
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Durante los siete años de abundancia en Egipto, José iba guardando en los almacenes de Egipto enormes cantidades de trigo. Después, en los años de escasez, los egipcios venían a comprar trigo de Faraón. Gracias a la pevisión de José, Faraón consiguió no sólo enormes cantidades de dinero sino también el ganado de los egipcios y hasta sus propias vidas. Los egipcios, sin embargo, no estaban amargados, quejándose por haberse tenido que vender todo lo que tenían para conseguir comida. Más bien estaban agradecidos porque están vivos. Ellos sabían que si no hubiera sido por la provisión de Faraón, se hubieran muerto. Así que cuando les faltó dinero para comprar comida y José les impuso un impuesto del 20% sobre su producción, lo aceptaban porque reconocían que sus vidas pertenecían al que les había salvado la vida. Como cristianos debemos entender las palabras de los egipcios, porque nosotros también hemos recibido vida cuando no teníamos esperanza. Cristo nos dio vida por su muerte en la cruz y ahora verdaderamente no somos nuestros sino que pertenecemos a Dios. Todo lo que tenemos le pertenece y somos sus siervos.
Si nos quejamos o resistimos la voluntad de nuestro Redentor, demostramos que no reconocemos ni la gravedad de nuestra condición de pecadores ni la magnitud de la obra de Cristo. Debemos decir tal como decían los egipcios, la vida nos has dado.... ¡seamos siervos de Dios! (David Bell)
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Author | David y Maribel |
Organization | David y Maribel |
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