MelP_172-1Reyes_17_15-16
May 24, 2022 ·
2m 30s
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Description
«Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días. Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite...
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«Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días. Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías.» (1 Reyes 17:15-16).
Cuando el rey Acab propuso matar al profeta Elías, Dios le escondió junto al arroyo y lo alimentaba por medio de los cuervos. Cuando se secó el arroyo, Dios tenía otro sitio preparado para esconder al profeta. ¡Qué curioso es el plan de Dios! Le manda al profeta a una casa donde ni había comida suficiente para alimentar a las dos personas que allí vivían. ¿Cómo iba a sobrevivir el profeta? Dios le dio a la viuda una promesa simple. Si ella usaba la harina y el aceite que tenía para cocinar para el profeta, después Dios provería para ella y para su hijo. La viuda tuvo que creer esta promesa y obedecer. Tuvo que gastar la harina y aceite que tenía, creyendo que después Dios provería. Y así fue. Cada vez que volvía al aceite y la harina, quedaba suficiente para aquel día. Nos cuesta muchas veces confiar en Dios porque no vemos cómo proveerá para nuestras necesidades. Preferiríamos que Dios nos explicara todo lo que piensa hacer para que pudiéramos aprobar su plan, pero eso no es la vida de fe. Dios muchas veces pide que actuemos sin saber exactamente cómo o cuándo actuará, y nos toca hacer como esta viuda: obedecer y confiar en las promesas de Dios.
Tal como dijo Jesús a Tomás, hay mucha bendición en la vida de fe. Busquemos hoy obedecer a Dios y confiar en Él para que en su momento se glorifique por medio de nuestra vida. (David Bell)
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Cuando el rey Acab propuso matar al profeta Elías, Dios le escondió junto al arroyo y lo alimentaba por medio de los cuervos. Cuando se secó el arroyo, Dios tenía otro sitio preparado para esconder al profeta. ¡Qué curioso es el plan de Dios! Le manda al profeta a una casa donde ni había comida suficiente para alimentar a las dos personas que allí vivían. ¿Cómo iba a sobrevivir el profeta? Dios le dio a la viuda una promesa simple. Si ella usaba la harina y el aceite que tenía para cocinar para el profeta, después Dios provería para ella y para su hijo. La viuda tuvo que creer esta promesa y obedecer. Tuvo que gastar la harina y aceite que tenía, creyendo que después Dios provería. Y así fue. Cada vez que volvía al aceite y la harina, quedaba suficiente para aquel día. Nos cuesta muchas veces confiar en Dios porque no vemos cómo proveerá para nuestras necesidades. Preferiríamos que Dios nos explicara todo lo que piensa hacer para que pudiéramos aprobar su plan, pero eso no es la vida de fe. Dios muchas veces pide que actuemos sin saber exactamente cómo o cuándo actuará, y nos toca hacer como esta viuda: obedecer y confiar en las promesas de Dios.
Tal como dijo Jesús a Tomás, hay mucha bendición en la vida de fe. Busquemos hoy obedecer a Dios y confiar en Él para que en su momento se glorifique por medio de nuestra vida. (David Bell)
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Author | David y Maribel |
Organization | David y Maribel |
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