En este episodio escuchamos a una de las figuras más emblemáticas del período romántico (1810-1910), Felix Mendelssohn, y su obra Variations sérieuses (Variaciones Serias) Op. 54. La obra es una composición para piano solo que consta de un tema en re menor y 17 variaciones. Se completó el 4 de junio de 1841. El trabajo fue escrito como parte de una campaña para recaudar fondos para la construcción de una estatua de bronce en honor a Ludwig van Beethoven en su ciudad natal de Bonn en Alemania.

El editor Pietro Mechetti le pidió a Mendelssohn que contribuyera a un 'Álbum de Beethoven', publicado en enero de 1842, que también incluía piezas de Liszt, Chopin, Moscheles y otros, cuyas ganancias irían para la construcción del monumento. (La Fantasía en Do de Schumann también fue una obra que originalmente fue destinada al mismo propósito).

Mendelssohn escribió tres conjuntos de variaciones para piano en 1841, pero este fue el único grupo publicado durante su vida; esta obra se considera como la mejor de las tres y, de hecho, sigue siendo la obra de piano sustancial más interpretada del compositor.

El tema solemne, a pesar de algunas excursiones armónicas anacrónicas, evoca la música de teclado barroco y nos recuerda la admiración de Mendelssohn por Bach. Las siguientes 17 pequeñas variaciones están empaquetadas en un poco más de diez minutos; lo que les falta en longitud lo compensan en su amplio ramo de espectros sonoros.

El primero evoca una solemne invención de clavecín de Bach. Después de eso, la textura se vuelve un poco más densa, y en la tercera variación Mendelssohn convoca una urgencia que casi recuerda a Beethoven.

Lo que sigue es un minúsculo scherzo ("broma" en italiano; a veces se coloca la palabra en la notación musical para indicar que un pasaje se debe tocar de una manera juguetona o graciosa), la que conduce a un rápido tratamiento de acordes. Las variaciones posteriores tienen un poder que evoca a Brahms: o son rápidas y virtuosas o lanzan un pequeño canon sobrio o comienzan a cantar.

En todo momento, el estado de ánimo es exactamente como se anuncia: serio, sin rastro del espíritu elfo que caracteriza muchas de las obras más populares de Mendelssohn. La pieza culmina en una breve serie de variaciones contundentes y muy dramáticas que de repente dan paso a unos pocos acordes finales y tranquilos, volviendo en los segundos finales al estado de ánimo de los primeros compases.