Cada poco tiempo nos gusta volver sobre este vienés, paradigma de lo romántico, que como buen símbolo trágico de la época, murió jovencísimo a los 31 años. Efectivamente estamos hablando de Franz Schubert.

Y hoy vamos a perdernos en su famosísima Sonata para arpeggione. Esta sonata es prácticamente la única obra de relevancia compuesta para este instrumento. El Arpeggione fue un híbrido entre una viola de gamba, un violonchelo y una guitarra, inventado en 1823 por dos luthiers de Viena, Georg Stauffer y Peter Teufelsdorfer. Fue en los círculos vieneses donde tuvo mayor aceptación,

La obra fue compuesta apenas un año después de la invención del Arpeggione, en 1824, y fue el músico Vincenz Schuster, mejor intérprete de la época de este nuevo instrumento, el que le encargó a Schubert la composición de una obra para el mismo.

A pesar de los muchos arreglos existentes de esta magistral pieza, habitualmente la pieza se toca con violonchelo, contrabajo o viola, instrumentos cuyas tesituras se acercan más a la intención original de la obra. Hay numerosas grabaciones históricas que han abordado esta pieza, como una mítica del violonchelista Rostropovich con Benjamin Britten al piano

La obra se divide en tres movimientos, Allegro moderato, Adagio y Allegretto, y habitualmente se ejecuta en unos 20 minutos.

La grabación que escucharemos hoy fue tocada por la violonchelista Minji Kim y Ofelia Montalván al piano en el pasado 2018 en el Auditorio Sony de Madrid.