En este episodio hablamos sobre uno de nuestros genios favoritos, Ludwing van Beethoven. Y concretamente lo haremos desde una de sus obras más reconocidas, la Sonata para violín y piano núm. 9 en la mayor op.47 o también conocida como “Sonata Kreutzer”

Esta sonata para violín fue compuesta en 1803 y en un principio la obra iba a ser dedicada al famoso violinista George Bridgetower, violinista afro europeo que gozó de una gran fama en la época. Beethoven era un grandísimo admirador de este violinista, pero una pelea motivada por una conquista amorosa que Bridgetower le arrebató al compositor vienés, quiso que finalmente la sonata llevara el nombre del violinista francés Rudolph Kreutzer, en venganza por este hecho. Curiosamente, Kreutzer nunca llegó a interpretar esta sonata, ya que la consideraba incomprensible.

La obra está considerada una de las sonatas más excelsas que se pueden encontrar para violín y piano, y ha sido tocada por los más grandes intérpretes a lo largo de la historia. Cabe destacar el aire grandilocuente de esta sonata, casi concebida como un concierto en un formato camerístico. De hecho, nada más terminar la obra, Beethoven se puso a escribir la Sinfonía Eroica.

La influencia de esta sonata ha traspasado incluso el campo de la música, encontrando referencias a ella por ejemplo en el escritor ruso Tolstoi, y su obra “La sonata a Kreutzer” o en el pinto Prunet entre muchos otros.

En cuanto a la composición, la Sonata se divide en tres movimientos, de los cuales el primero es el más afamado y reconocido, el Adagio sostenuto. El segundo movimiento es un Andante con variazioni y el tercero, Presto.

En esta ocasión escucharemos una grabación del violinista azarí Kamran Omarli, acompañado al piano por el pianista ucraniano Vadim Gladkov.