Cuando diseñamos un sitio web o pensamos una estrategia en redes se hace muy fácil asumir que todos son como nosotros o que van a reaccionar igual a la información. Esto hace que al final tengamos un sesgo informativo y una preferencia visual que la gran mayoría de las veces termina en un proyecto ineficiente... o, en otras palabras, que no cumple el objetivo de la marca.