Para algunos, resulta escandaloso y para otros, la prueba evidente de que no hay que creer en Dios o en la Biblia. Estamos hablando de los pasajes en que Dios ordena cosas crueles contra sus enemigos. La respuesta noes, como quería Marción, que hay un "dios" del Antiguo Testamento y otro "dios" del Nuevo Testamento. Más bien hay que tener en cuenta, en primer lugar que la Biblia no es un libro de ciencia, literatura, historia o anatomía. Biblia enseña sin error lo que atañe propiamente a nuestra salvación: ese es su propósito propio. Lo cual se aclara mejor con estos tres puntos:

1. La Biblia NO es una especie de "dictado". Los hagiógrafos (escritores de los textos sagrados) obraron como verdaderos autores, y por eso, en lo que no se dirige directamente a nuestra salvación, incluyendo su propio comportamiento, estaban mayormente condicionados por las circunstancias de su tiempo.

2. La mayor parte de los tiempos que llamamos "bíblicos" corresponden a épocas de barbarie y violencia que han sido el sello de muchas regiones de la tierra por mucho tiempo, pero especialmente en el Medio Oriente. A nosotros, que tenemos institucione sy leyes que nos salvaguardan de mucha de esa violencia, todo eso nos parece excesivo pero hay que situarse ene se contexto para entender muchas cosas.

3. La revelación es PROGRESIVA: a medida que el mensaje de Dios se hace más claro en los oídos de quienes lo van conociendo, la estatura moral del pueblo crece. Ese crcimiento alcanza su plenitud en la persona de Jesucristo.