👉Es posible alcanzar a Dios directamente? Claro! Mas no se puede hacer a menos de que deshagas todo lo que esta en tu mente que se antepone ante la verdad a través del perdón.

👉La lección de Hoy “La Voz de Dios me habla durante todo el día” nos lleva a recordar que existe una parte de nuestra mente que se encuentra en perfecta paz, y ahi esta nuestra memoria de Dios. Desde ese lugar podemos escuchar su amor llamándonos.


💫Es posible ESCUCHAR la voz de Dios mientras estamos aquí a través del Espiritu Santo. Y que hay acerca de estados mas avanzados? Esta parte nos habla de ALCANZAR a Dios, nos ayudara a poner en contexto nuestro entendimiento:

👉“Es posible que en algunas ocasiones un maestro de Dios tenga una breve experiencia de unión directa con Dios. Sin embargo, es casi imposible que en este mundo una experiencia así pueda perdurar. Tal vez se pueda alcanzar tras mucha devoción y dedicación, y luego mantenerse durante gran parte de la estancia en la tierra. Mas eso es tan raro, que no se puede considerar una meta realista. Si sucede, bien. Si no sucede, bien también. Todos los estados mundanos son en cualquier caso ilusorios. Si se alcanzase a Dios directamente en una conciencia continua, el cuerpo no se podría conservar por mucho tiempo.”

👉“No te desesperes, pues, por causa de tus limitaciones. Tu función es escapar de ellas, no que no las tengas. Si quieres ser oído por los que sufren, tienes que hablar su lengua (ser normal). Si quieres ser un salvador, tienes que entender de qué es de lo que hay que escapar (el ego). La salvación no es algo teórico. Examina el problema, pide la respuesta, y cuando te llegue, acéptala (la experiencia del perdon). No tardará mucho en llegar. Se te proveerá de toda la ayuda que estés dispuesto a aceptar, y toda necesidad que tengas será satisfecha. Por lo tanto, no nos preocupemos demasiado por objetivos para los que todavía no estás listo. Dios te acepta en el nivel en el que estás y te da la bienvenida. ¿Qué más puedes desear, cuando esto es todo lo que necesitas?❤️❤️

Manual Para El Maestro, P.. 26. Un Curso de Milagros