Articular los objetivos, definir los alcances e identificar las normas relacionadas con el cumplimiento normativo y la prevención de delitos requiere que tu equipo tenga competencias específicas.

En este punto cobra especial importancia la figura del compliance officer según Sylvia Enseñat de Carlos define que “es la persona en la que los administradores y directivos de una empresa confían para asegurarse de que existe un entorno de control robusto que permita prevenir situaciones de riesgo, tales como la corrupción, el fraude, las malas prácticas comerciales o las prácticas fraudulentas con la clientela”.

Esta posición es efectiva siempre y cuando conserve independencia y autoridad, cuente recursos suficientes, tenga acceso permanente a toda la información, se conduzca corresponsabilidades bien definidas, con plena libertad de información a la alta dirección.

El Compliance debe incorporarse de forma transversal al cumplimiento de otros departamentos dentro de la organización empresarial, sin minimizar la importancia de otras actividades dentro de la estructura organizacional, siendo elemental la capacitación continua en todos los niveles de la organización para todas las áreas involucradas con el objetivo fomentar la cultura del cumplimiento ético y normativo evitando las malas prácticas corporativas y las sanciones y penalidades que restrinjan la continuidad del negocio.