En el programa Chayo Contigo la Dra. Rosario Busquets nos platica de:

Los hombres que tienden a ser violentos, fueron violentados de niños. Se ha llegado a equiparar esta forma de explotar en el adulto violento con la idea de que la persona de niño fue inseguro, con mucha cercanía a la mamá, con una necesidad importante de ser mirado por los papás y que en muchos de los casos, los hombres violentos tratan de castigar a esa mamá porque no se sintieron mirados por ella de una manera apropiada, a través de la pareja. En la pareja proyectamos necesidades de nuestra infancia, que hacen que de pronto esperemos de la pareja que llene o satisfaga aquellos huecos que tenemos de la infancia.
El factor que más se asocia con la transmisión generacional de la violencia en hombres, es el haber observado la violencia del papá contra la mamá. El haber vivido esa humillación crónica sobre la fragilidad de esta mamá, transforman todos sus sentimientos dolorosos en enojo para protegerse a sí mismos y una de las fallas de la persona violenta es la capacidad de mentalizar.
La gente no sabe realmente lo que sucede en los hospitales. Debemos cuidarnos, no es un juego y ahora quienes están en peligro son los jóvenes.
Fui diagnosticada con depresión, quiero cambiar mi estilo de vida. No me reconozco, pero no encuentro la solución, no sé por donde comenzar y tengo miedo a fracasar de  nuevo.
Hablar de los límites en los hijos no significa que quieres que sean desdichados. 
Tengo 14 años y tengo dos amigos los cuales son novios, sin embargo, ambos fueron abusados sexualmente de niños. Mi amiga se corta, ha  tenido relaciones extrañas, mi amigo en cambio tiene una dependencia enorme hacia ella. Sé que no debo meterme en su relación pero quiero ayudarlos. 
Una de las reflexiones más importantes que los seres humanos tenemos que aprender a hacer en la vida, es reflexionar sobre cuál es el sentido de TÚ vida. Tenemos que preguntarnos, ¿tiene sentido la vida que llevas?, ¿tiene sentido para ti o tiene sentido para las personas que te rodean?, ¿cuál es el costo emocional del estilo de vida que llevas?