[Retiro espiritual en el Seminario Mayor de la Arquidiócesis de Bucaramanga - 2019]

Diferencia crucial entre formación exterior y formación interior

* Cristo dio atención particular a la formación de sus discípulos más cercanos. De hecho, podemos decir que ellos "nacieron" de la oración íntima de Jesús al Padre.

* Cristo quiere que sus apóstoles estén "con él" y a la vez sean "enviados" a predicar. Lo uno no destruye lo otro porque Él quiere que vayamos y demos fruto abundante (Juan 15).

* ¿Cómo formaba Cristo a sus apóstoles? Claramente, les ayuda a comprender el sentido de las Escrituras (véase Lucas 24).

* En todo caso, es claro que el Señor se preocupó ante todo por la formación interior: todo aquello que toca al misterio del corazón humano, que es el primer espacio de libertad de todo ser humano, donde cada uno es más sí mismo.

* El propósito último de la formación interior es el pleno reinado de Cristo en nuestro ser, de modo que viva Él más que nosotros (Gálatas 2). Pablo insiste en esa formación en sus Cartas "Pastorales" (1 y 2 Timoteo, y Tito).

* Pablo ve en la adecuada formación la garantía de que el mensaje llegará fielmente a los nuevos destinatarios, que tienen tanto derecho como nosotros de oír el Evangelio con toda su riqueza, su belleza y su fuerza.

* Es tentación permanente rebajar, achicar o "diluir" el Evangelio porque vivirlo a todos nos cuesta. Pero si el sacerdote cae en esa tentación se hace daño y entrega mucho menos de lo que recibió.

* Dios es a la vez asombroso y cercano. Somos llamados a consolar y exigir. De hecho, el sacerdote ha de ser cercano e inalcanzable, testigo de ese Dios cercano y santísimo.