El carisma de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción (HFIC) se condensa en la hermosa frase: "reparar la viña del Señor." Ofrecemos tres escenas bíblicas que nos ayudan a descubrir la riqueza de esta propuesta y su conexión con nuestro caminar en Cristo.

(1) Las murallas en ruinas de la ciudad de Jerusalén, tal como las contempló Nehemías, quien además se ocupó con diligencia y eficiencia a reconstruirlas.

(2) El buen samaritano, que se vale de aceite (señal de ALIVIO), vino (señal de aquello que LIMPIA), y una posada (señal de la capacidad de ACOGER).

(3) El paralítico de la piscina de Betesda, que recibe la salud y el cargo de "cargar su camilla" como testimonio de la victoria de la gracia que sana.