"Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo." (Apocalipsis 3:17)

Cristo va a animar a esta iglesia a buscar las cosas de arriba (v. 18) y seguramente les iba a ofender porque pensaban que ya eran ricos espiritualmente. El caso es que no se veían a si mismos como realmente eran: desventurados miserables, ciegos y desnudos. Eran tibios ante Dios y causaban asco (v. 16), pero no se daban cuenta. Creo que la peor condición, tanto espiritual como física, es estar mal sin darse cuenta. Cristo no vino a este mundo para los "sanos" sino para los enfermos.

Pide hoy que Dios te dé ojos para ver tu vida espiritual como realmente es. Nos cuesta hacerlo porque no es una cosa agradable. Tenemos la tentación de ignorar males y seguir pero Dios nos anima a no malgastar nuestra vida: "yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas" (19).