1Reyes-078 Palabras de David a Salomón

Apr 27, 2023 · 6m 26s
1Reyes-078 Palabras de David a Salomón
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El libro de Reyes (1 y 2 de reyes) relata la historia del pueblo de Israel desde el final del reinado de David y hasta el exilio de Israel a...

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El libro de Reyes (1 y 2 de reyes) relata la historia del pueblo de Israel desde el final del reinado de David y hasta el exilio de Israel a Babilonia. Durante los próximos días veremos detalles del reinado de Salomón, pero hoy veremos las palabras de David a su hijo en el momento de la transición.

David había unido las tribus de Israel en un reino unido. Y ahora, en los primeros capítulos del libro de Reyes podemos leer cómo el rey había envejecido, y antes de morir pasaba su trono a Salomón, hijo de Betsabé. David tenía mucho que podía haber dicho a Salomón, y es cierto que parte de la charla que tuvo con su hijo incluía instrucciones tristes de cómo destruir a aquellos que no habían servido al rey de manera digna. Pero leemos también que las últimas palabras de sabiduría de David a Salomón son muy parecidas a las palabras que Moisés, Josué y Samuel compartieron con el pueblo de Israel a la hora de su muerte.

David comienza la exhortación a su hijo con palabras que nos recuerdan a la exhortación de Dios a Josué: “esfuérzate, y sé hombre”

David continúa dándole instrucciones a Salomón para que siga fiel a Dios. Dice así:

“Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y en todo aquello que emprendas; para que confirme Jehová la palabra que me habló, diciendo: Si tus hijos guardaren mi camino, andando delante de mí con verdad, de todo su corazón y de toda su alma, jamás, dice, faltará a ti varón en el trono de Israel.”

¿Puedes recordar las palabras de promesa dadas al pueblo de Israel? Dios sigue manteniendo sus garantías de bendición a aquellos que guardan sus caminos y observan sus instrucciones. David le dijo a su hijo que obedeciera a Dios para que prosperase en todo lo que hiciera”

¿Piensas que esto era una garantía de que si obedecía a Dios, todo lo que él hiciera le saldría bien en todo momento?
¿Piensas que nos enseña a nosotras que si obedecemos a Dios, todo nos saldrá bien?

Habiendo visto la vida de estos hombres y mujeres de Dios a través de la Biblia, hemos podido observar que el obedecer a Dios no es un talismán de la suerte con el cual la vida será un paseo por un jardín de flores. Sabemos que para que haya flores, debe haber días de lluvia y días de sol. Sabemos que para que una planta florezca, una semilla ha de ser enterrada bajo tierra. Ha de morir a sí misma como semilla, para poder florecer como rosa u otra bella flor. Sabemos que no hay crecimiento sin esfuerzo, y que para obtener un logro hace falta trabajo duro. Pero a veces olvidamos esto para demandar de Dios una vida cómoda y sin problemas como premio a nuestro esfuerzo por serle fiel. Como si Dios nos debiera algo.

Mas son los problemas los que nos pulen a través de la obra de gracia de Dios en nuestras vidas. No hay mariposa sin sacrificio del gusano de seda; no hay diamante sin los golpes expertos de un lapidario que lo trabaje. En las manos de Dios, no hay golpe en vano. Cada sufrimiento está diseñado para hacernos brillar más y mejor, siempre y cuando confiemos en el maestro artesano.

Romanos 8:28 nos dice que “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien”. No dice que todas la cosas le irán bien. Son dos cosas distintas. El proceso es necesario para llegar al fin deseado, y su fin es bueno para aquellos que depositan su fe el Él.

Así que ánimo en el camino. No es fácil, y no es para comodones. Si no, ¿por qué pues le diría David a Salomón “¡esfuérzate!” ¿Por qué deberían los hombres y mujeres en la historia esforzarse y ser valientes?

Mas como Dios prometió a Josué, Dios está con aquel que le invoca. Dios prometió estar con Josué dondequiera que fuera, y Dios sigue prometiendo su presencia a sus hijos hoy día. Cuando ascendió al cielo dijo a sus discípulos en Mateo 28:20 “he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”

Continuemos fielmente en el camino de la salvación, sabiendo que aquel que ha comenzado la obra en nosotros está con nosotros hasta el día que estemos en su presencia, y si hemos depositado nuestra confianza en Él, disfrutaremos de su compañía por todos los siglos. A Él sea la gloria.
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Author David y Maribel
Organization David y Maribel
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