Bienvenid@s al capítulo 19 de «Créeme lo que te digo».

Hoy os quiero hablar de una historia real, una historia que me pasó hace unas tres semanas y que consistió básicamente en que, cuando estaba prácticamente decidido a realizar un curso online por valor de 1000 euros, un mail que recibí de la persona que lo realizaba, me hizo cambiar rotundamente de opinión.

Os quiero contar qué es lo que me hizo cambiar de opinión porque está directamente vinculado con lo que, yo entiendo, que es hacer un mal uso de ciertas estrategias persuasivas.

Hablamos de cómo prácticas como forzar una venta o utilizar un tono inadecuado pueden tirar por tierra un buen trabajo previo.

También me refiero a una cuestión fundamental en persuasión como es tener en cuenta si las prácticas que son aceptadas en otras latitudes y culturas son igualmente válidas en la nuestra. Es lo que se conoce como decoro.

En la sección «Abrir y consumir» te explico cómo defenderte de las estrategias persuasivas de páginas o webinars que te ofrecen productos o servicios para multiplicar los beneficios de tu empresa.