Bienvenido, bienvenida a Tiempo de Clásicos, el podcast de música clásica de CCEN Radio, coproducido por el Centro de Estudios Musicales de la ciudad de Managua Nicaragua. El podcast está disponible en Google Podcast, iVoox, Spreaker y demás plataformas populares de podcasting.

Hoy retomaremos al gran Ludwing Van Beethoven, fuente infinita de inspiración para infinidad de músicos de los últimos dos siglos y paradigma del artista moderno. Escucharemos su Opus 1, No 2 en Sol Mayor, el cual es parte de un conjunto de tres tríos (escritos para piano, violín y violonchelo), interpretados por primera vez en 1795 en la casa del príncipe Lichnowsky, a quien están dedicados.

Está composición está fuertemente influenciada por su maestro Haydn, cuyo estilo aparece a lo largo de sus tríos del Opus 1, tanto en su ingenio como en su virtuosidad pianística. Después de que Beethoven se mudó a Viena, tuvo un éxito rápido y espectacular como intérprete.

A la elite vienesa pronto le gustó este joven extraordinario y en muchos sentidos extraño. ¡Pero Beethoven quería más que eso! No solo quería ser un intérprete, ¡sino que quería ser uno de los mejores compositores vivos! El Trio para piano, Opus 1. fue el primer paso en este viaje.

La ambición de Beethoven por el género es clara, ya que amplía la forma de tres movimientos del trío a un cuatro sinfónico: se trataba de piezas de exhibición de un joven pianista-virtuoso, decidido a dejar su huella en los grandes salones aristocráticos.

Desde sus primeros compases, llevan su inconfundible huella, que ofrece tentadoras pistas de la obra por venir: un laboratorio de música de cámara para sus futuras ideas. Curiosamente, Haydn, su maestro de la época, aconsejó a Beethoven que no publicara estas obras, temiendo que la tercera del conjunto "no fuera tan rápida y fácilmente comprendida y tan favorablemente recibida por el público", consejo que, afortunadamente, desatendió.

La Op. 1 No. 2 se desarrolla en sol mayor con algo de la genialidad del cuarto concierto para piano de Beethoven, también en sol mayor. La influencia de Haydn es más evidente en la divagación del movimiento de apertura y el ingenio y la sorpresa del movimiento final: esos encurtidos armónicos en los que Beethoven se mete y luego se extrae, como un Houdini de distintas tonalidades.

El sublime movimiento lento es un logro asombroso de un compositor de 23 años, que insinúa el mundo espiritual en busca de sus obras posteriores. Finalmente, una anécdota relacionada con el Trío. Madame Mary de Fouche, la hija del mundialmente famoso fabricante de pianos Tomkinson en Londres, organizaba regularmente reuniones musicales en su casa.

En el transcurso de estos, también se representaron a menudo obras de la zona de habla alemana, un día una novedad: la obra de cierto joven compositor, un Beethoven de Viena: Los Tríos, Opus 1. En el piano estaba sentado J. B. Cramer (pianista y compositor alemán), quien exclamó después de la actuación: "¡Este es el hombre que nos consolará por la pérdida de Mozart!"