Desde sus creencias y sin querer imponer puntos de vista sobre algo tan fundamental e íntimo como la espiritualidad, Camila Serna nos cuenta la importancia de tener un espacio en nuestros pensamientos para el misterio de vivir y de lo que nos supera.

Camila ha encontrado un refugio al no tratar de comprender de una manera intelectual preguntas existenciales como: ¿Quiénes somos?, y ¿Por qué estamos aquí? Hacernos esas preguntas fomentan la esperanza en la vida y la confianza en nosotros mismos.

Conectar con las sensaciones del cuerpo y profundizar con las creencias hacen sentir a Camila plena y conectada con silencios que trascienden de su interior. Habitar el cuerpo nos permite, también, conocer el mundo interno y las emociones.

Hablar del cuerpo no es una conversación inferior, es un importante y sanador ejercicio para conectar con lo que somos. La espiritualidad nos permite poner atención, ser valientes y asumir responsabilidades en la vida cuando algo no se siente correcto. Nos permite conectar con información que va más allá de lo que nos dice la mente. La idea es apoyarse en la espiritualidad porque nos recuerda lo que realmente importa, el amor y la responsabilidad.

Es increíble que este punto de calma surja de nuestro cuerpo y nos sitúe en el momento presente sin necesidad de fugarnos de nuestros problemas. Hablar con los demás, con nosotros mismos, la manera como comemos, nos movemos, trabajamos en colectivo. Todo eso es espiritualidad.

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