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¡Prefiero que mi bebé llore en su autoasiento… a no oírla nunca más!


Por: Miriam del Toral y Upa Tribu*

Esta fue una de las frases que quedó resonando en mi cabeza, después de una conversación en Whatsapp en un grupo de amigas.

Todo comenzó con una conversación entorno a lo demandantes que pueden llegar a ser los pequeños alrededor del año y medio. Hablábamos de las desveladas, del coqueteo con el destete, en fin, todo lo que podemos llegar a compartir en un grupo de amigas que estamos procurando criar a nuestros hijos con apego y respeto.

A la mañana siguiente, una de ellas, Gaby, nos despierta con este saludo:

“¡Buenos días, alegrías!
¿Saben? Desperté con la respuesta del porqué no he ni siquiera pensado en el destete de Matero… Mi hija Farah vivió dos años, aún tomaba pecho y no parecía que lo quisiera dejar pronto. De esos dos años de lactancia, me pasé uno queriendo quitárselo 😢 (falta de información). Tirar su leche en el hospital después del accidente que le causó la muerte, fue la segunda cosa más dolorosa que tuve que vivir. Ahora pienso disfrutar hasta que Mateo me suelte.

Aclaro: No les platico todo esto por crear drama o hacerlas sentir mal ni nada parecido, sólo les comparto mi experiencia. Sé todas y cada una son y somos las mejores madres para nuestros hijos y las decisiones que tomemos serán siempre basadas en el amor que les tenemos. Las abrazo fuerte a todas! 😘”

Todas quedamos en shock… Algunas sabíamos de la muerte de Farah, pero después de un año de conocer a Gaby, pocas sabíamos las circunstancias y los detalles.

Así que con profundo respeto, alguien más preguntó:

– “¿Tu ibas estabas en ese accidente?”

Y Gaby explica:
– “Sí, ella iba en mis piernas, le acababa de dar pecho y se había quedado dormida en mis brazos. Su papá iba manejando y yo iba atrás con familia y amigos. Era una camioneta Windstar. Además de mi niña, murieron mi suegra, mi concuña y una amiga. Nadie usábamos cinturón de seguridad atrás. Todos los de atrás salimos volando de la camioneta. Y los que sobrevivimos, pues con muchas heridas, internados una semana. El piloto y el copiloto, quedaron ilesos dentro de la camioneta. Llevaban cinturón”.

Muchas nos volcamos en comentarios como los siguientes (sólo menciono dos, que engloban lo que muchas expresamos):

– “… la verdad no sé cómo le has hecho para ser la excelente mamá que eres con Mateo, dejándolo ser tan libre y feliz, sin ser aprensiva o sobre protectora, toda mi admiración Gaby 😘😘” -⁠⁠

“Sabía la gran mamá que eres, pero definitivamente, veo que me quedaba corta”
Y a respuesta de Gaby es contundente:

– “Muchas gracias! 🙈😘 Sé que definitivamente hay una razón para haberme quedado y cada día en mis hijos, mi familia, mis amigas, en lo que hago, descubro esa razón.
La razón es vivir y compartir mi vida, mi corazón y mi experiencia ❤”

Todas nos damos cuenta, que la forma congruente de honrar a Farah y a Gaby, es vivir plenamente nuestras maternidades, con todo lo que ello implica y, en específico, tomando acción sobre el uso adecuado y constante de los autoasientos para el traslado de los infantes.

Nos dimos cuenta de cuántos momentos restamos atención a la utilidad de los autoasientos, en orden de salvar vidas de los más pequeños. De la necesidad de que los mayores también circulemos siempre con el cinturón de seguridad, pues en el caso de un accidente, nuestro peso, movido por el impacto, puede causar gran daño también a los demás, incluso si estos están usando el cinturón.

Todas decidimos compartir su historia con nuestras parejas, hijos, familia, amigos y círculo de influencia, para cada vez seamos más lo que comprendamos que nadie está exento de un accidente trágico…
preferimos que nuestros bebés e hijos lloren un rato en su sillita a no oírlos nunca más.

Gaby concluye esta conversación con una frase que le sale del corazón:

“Me llena de alegría ver que mi experiencia
pueda servir a otras familias para evitar una gran tristeza”.

Información básica acerca de los autoasientos
Los bebés hasta los 2 años a contramarcha.
Hasta los 4 años, a favor de la marcha.
Booster con respaldo hasta los 8-9 años.
Hasta los 12 con booster sin respaldo.

Para mayor información, te dejo el enlace a este grupo de FB.

SRI – A contramarcha (Rear Facing) MÉXICO es un esfuerzo de personas preocupadas por el nulo nivel de información que hay en nuestro país en cuanto a seguridad infantil a bordo de vehículos automotores.

Cuando los papás estamos conscientes de la importancia de la seguridad sobre la “comodidad”, logramos desarrollar las estrategias lúdicas necesarias para lograr que nuestros hijos asuman el uso de los autoasientos y no se sientan aislados.

Porque los amamos, su seguridad va primero.

* Miriam del Toral Altamirano. Contacto para asesoría de lactancia: Whatsapp: 477 674 9021. FB Maternidad Sustentable.
Es mamá, esposa, asesora de lactancia, bloguera, practicante de Reiki y ZhiNeng QiGong, comunicóloga, especialista en Desarrollo Humano y con maestría en Facilitación de Grupos con enfoque Gestalt. Iniciando formación en Tanatología.
Miembro de Fuente de Vida, Grupo de Apoyo a la Lactancia. Imparte el Curso: “Lactancia Feliz” y “Escuela del Amor para la Familia”.
Es fundadora de Maternidad Sustentable, donde se difunde información sobre lactancia materna y crianza respetuosa. Fundadora de Te Cargo con Amor, donde se promueve el porteo como forma de vida.
También participa en UPA Tribu, grupo de mamás que bailan con sus hijos usando cargadores ergonómicos.