Sabemos que la familia ES indispensable para el crecimiento y el desarrollo emocional de cualquier adolescente, pero queremos poner en relieve su papel como agente de salud. La salud mental y emocional es una de las herramientas más potentes para prevenir cualquier adicción y/o conducta de riesgo.
El trabajo de atención familiar es constante y con buena práctica ayudaremos a nuestros adolescentes a ser más autónomos, más seguros y más responsables con sus actos.
Si les acompañamos, podrán ser más libres.
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