En mi búsqueda por el minimalismo digital, encontré la importancia de mantener el correo electrónico en su mínima expresión. Primero porque la cantidad de correos que uno recibe generalmente se convierten en un gran desgaste de tiempo y energía, y por otro lado porque mucha de la información deja de ser relevante pero sigue ocupando espacio en mi bandeja de entrada, ya que se fue acumulando por el período en el que aún era útil. La combinación de estos dos factores hace que mi bandeja de entrada termine saturada y se vuelva desagradable de ver, la información importante se mezcla con la que ya no lo es y la revisión de los mensajes se torna en una tarea mentalmente pesada.
Entonces, estas son las estrategias que han funcionado para mí para mantener una bandeja de correo limpia y despejada:
1) Cancelar todas mis suscripciones.2) Desactivar todas las notificaciones de servicios web y redes sociales.3) Utilizar Mailstrom.
¿Cómo y por qué he aplicado cada una de ellas? Descúbrelo en el audio de este episodio.