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Luis Rebolo

  • La pasión y el artesano

    18 FEB 2018 · El corazón es más íntimo a tu verdadero ser que tú mismo, que tu propia mente. ¿Qué te está llamando desde lo más profundo de tu ser? Esa es la pregunta que te permitirá vivir con autenticidad. Vivir tu verdadera identidad. El corazón sabe cuando has encontrado algo que te apasiona. Lo refleja en una inquietud por hacerlo, en un no poder quitártelo de la cabeza, en un acostarte pensando en eso y madrugar deseando retomarlo, en un buscar la manera de llevarlo a cabo, en un no desesperar, en un no conformarte, en un vibrar de otro modo cuando hablo a todos de eso… También hemos de aplicar esto a nuestra vida profesional. De hecho, el trabajo va a llenar gran parte de nuestra vida. Pero hay que tener mucho cuidado cuando recomendamos a alguien que se dedique a hacer lo que realmente le apasiona. Puede que no tenga aptitudes, habilidades adquiridas o experiencia. A esto se le llama “capital de trabajo”. Sin capital de trabajo serás un tonto motivado, pero no estarás construyendo un proyecto de vida sólido. Es decir, la pasión no basta. De cada 16.000 jóvenes que quieren vivir profesionalmente del deporte sólo 1 lo consigue. Todos son unos apasionados, pero en todos no se han reunido muchas más circunstancias que no deben ignorarse para conseguir el éxito en cualquier ámbito. Por eso, una pasión inicial no conduce necesariamente al éxito. Es más sensato moldear nuestras pasiones a partir de nuestras habilidades. Evidentemente no siempre vas a encontrar un trabajo que te llene, sin embargo siempre podrás volcar en él determinadas aptitudes y actitudes que te hagan crecer en la dirección que realmente deseas. A esto se llama “moldear la pasión” o “mentalidad de artesano”. Se trata de algo tan sencillo como aprovechar lo bueno que tienes a mano en vez de pensar sólo en marcharte y desperdiciar así las oportunidades que te ofrece. De este modo, adquieres o desperdicias tu “capital de carrera”, con el que podrás ir acercándote a tu sueño. Evidentemente, si tocas techo en el aprendizaje o no tienes opciones de mayor crecimiento hay que postularse para otros empleos, pero aquí queremos sobre todo subrayar la importancia que tiene relacionarte con tu trabajo como una oportunidad de incrementar tus habilidades y tu “capital de carrera”. No sería responsable decirte “tú puedes”, “nada es imposible” o aquello de “si lo crees, lo creas”. Siento aguar la fiesta, porque más bien ocurre al contrario: estarás poniendo en peligro tu independencia financiara y exponiéndote a un duro fracaso personal. Cuando tu pasión te encuentra, encuentra a una persona con cabeza, no a un potro desbocado. Sé el artesano de tu propia vida y haz una verdadera obra de arte con los mimbres que tienes al alcance de tu mano.
    3m 16s
  • 3m 52s
  • 4m 22s
  • 3m 8s
  • 2m 47s
  • Volver a ser como niños

    7 JAN 2018 · Durante las Cruzadas, los soldados musulmanes entraban en la Basílica de la Natividad montados a caballo y arrasaban con la vida de los fieles. Por ese motivo se tapió la majestuosa puerta principal, dejando sólo una entrada de poco más de un metro de altura. Ya nunca más se agrandó la puerta. Quienes quieran entrar en la cueva donde nació Jesús deben agacharse y hacerse como niños. La Navidad que termina ha sido una hermosa ocasión para mirar dentro de nuestro corazón y volver así a la patria de todos los niños. Sólo desde ese hondón de ilusión y ternura volverá a irradiar nuestra luz. Volveremos a brillar. Pero conviene no olvidar que las personas brillantes son reconocidas en público por lo que hacen en privado. Es algo que el príncipe Harry nos recordó hace muy poco durante un discurso en memoria de su madre, la princesa Diana: “Una de las cosas que nuestra madre nos enseñó fue el valor de hacer buenas acciones cuando nadie está mirando. Ella visitaba hospitales en las noches para confortar a los pacientes, pasaba horas escribiendo cartas privadas para apoyar el trabajo de otros. Logró muchas cosas con la fama, pero trabajaba igual de duro cuando no estaban las cámaras”. El hijo pequeño de Lady Di reconocía también que no guardaba muchos recuerdos de ella durante la infancia. En cambio, aquello sí le había marcado para siempre. ¿Sabes por qué? Porque los hijos sólo aprenden el 30% de nuestras enseñanzas, mientras que retienen el 70% de nuestros ejemplos más luminosos. A Jorge Bucay le encanta ilustrarlo con una historia. Habla de un padre que reprende a su hijo porque le mintió. A renglón seguido, sonó el teléfono de casa con un teleoperador que pretendía venderle un seguro. El niño descuelga el teléfono y le cuenta al padre de qué se trata, pero el padre le dice muy bajito: “Dile que no estoy”. Es sin duda en lo pequeño donde fraguamos de verdad las grandes cosas. Para que irrumpa de nuevo nuestra luz, sería bueno recordar tres cosas: Necesitamos estar en contacto con nosotros mismos y habitar el hondón donde vive nuestro niño. Hay que brillar cuando nadie te mira. No basta con hablar de la luz, hay que ser luz. Se dice que, tras adorar a Jesús, los tres magos regresaron a casa, pero por otro camino. Ojalá también nosotros volvamos mañana a nuestras ocupaciones, pero de otra manera. ¡Feliz regreso al día a día de tu única vida!
    2m 58s
  • 3 Reglas para incorporar nuevos hábitos

    31 DEC 2017 · El británico Cliff Arnalls, profesor de la Universidad de Cardiff, elaboró una fórmula matemática para averiguar cuál es el peor día del año. En dicha ecuación se contemplan factores como la meteorología, el salario, las deudas o el tiempo transcurrido tras el último intento de superar un mal hábito. El resultado fue una fecha: el 24 de enero es el peor día del año. Esta fórmula casa bien con la teoría de los 21 días. El doctor Maxwell Maltz observaba en su libro The New Psycho-Cybernetics (1960) cómo los pacientes a los que amputaban una extremidad tardaban 21 días en dejar de sentir la “sensación fantasma”. De esta forma, se comprobó que el cerebro tarda aproximadamente 21 días en adaptarse al cambio. ¿Qué ocurre el día 24 de enero? Que si no has formulado bien tus objetivos para el 2018, el 24 de enero dejarás el gimnasio y cogerás de nuevo el pitillo. Por eso voy a compartir contigo mi Método CAM, que son 3 reglas altamente efectivas para diseñar objetivos e incorporar nuevos hábitos: Concreto: Establece sólo un objetivo concreto. Si pones 2 o 3 no cumplirás ninguno. Di justamente qué quieres lograr y analiza si es algo que realmente aporta valor a tu vida. Aclara también el por qué y el cómo vas a lograrlo. El porqué, porque debe tener sentido para ti. El cómo, para saber exactamente a qué te estás comprometiendo. Para eso te sugiero la Regla del 1%, que consiste en no hacer giros dramáticos, sino cambios minúsculos… pero mantenidos en el tiempo. Por ejemplo, si al día lees tan sólo 10 páginas de un libro, en un año habrás leído 18 libros de 200 páginas, y en 10 años 180 libros. Apasionante: Los objetivos que te propongas deben ser apasionantes. Está comprobado que una persona introduce un giro en su vida por dos motivos: por miedo o por placer. Es decir, porque teme perder o porque sale ganando. Ambas cosas ayudan a que ese cambio merezca la pena. Pero sobre todo, procura formularlo en positivo. Por ejemplo, no digas “quiero perder peso”. Eso no estimula a nadie. Di mejor, “quiero estar en forma”, “quiero gustarme cuando me mire al espejo”. Esto motiva mucho más y, cuando vengan ganas de no seguir esforzándote, te mantendrá en tu propósito. Medible: Lo que no se puede medir no se puede mejorar. Es así de simple. Establece tu propio mecanismo de seguimiento y anota cada día tus avances y retrocesos. Si el objetivo es mejorar tu rendimiento académico, puedes controlar tus avances si cumples tus horas de estudio, si tus notas aumentan, si realizas actividades voluntarias, etc. Son tres reglas muy sencillas. Cúmplelas y no tendremos que oír el 24 de enero cómo te lamentas por lo rápido que siempre tiras la toalla. Recuerda: depende de ti… y tú puedes. ¡Feliz Año Nuevo!
    3m 31s
  • 3 consejos científicos para ser feliz

    25 DEC 2017 · En estas fechas todos nos deseamos felicidad. Para que esos buenos deseos se cumplan debemos recordar que la felicidad tiene que ver con la actitud, no con las circunstancias. Tú eres quien decides ser feliz. Si todos los días te enfadas y sufres, entonces todos los días estás reconectando la misma red neuronal que te hará sentir frustrado. Y esa red neuronal tendrá una relación cada vez más consolidada con esas otras células nerviosas llamadas identidad. Por eso hoy te propongo 3 consejos que la ciencia nos ofrece para ser felices: Ten mala memoria: Los psiquiatras sostienen que la mala memoria libera el corazón de dos cosas muy perjudiciales: el odio y el pensamiento rumiante, que vuelve una y otra vez a las mismas preocupaciones. Perdonar es una decisión, no un sentimiento. Nadie puede crecer interiormente atado al lastre del odio. Ponte en el lugar del otro y perdona. Tus energías se centrarán en tus objetivos y tu vida ascenderá más alto de lo que nunca soñaste. Cuida tu salud: Si eres feliz, tu cuerpo lo refleja. Si vives en tensión, tu cuerpo se contractura. Ten en cuenta que el cerebro reptiliano, que regula la digestión, la reproducción, la circulación o la respiración, ese cerebro reptiliano está estrechamente conectado con nuestro cerebro límbico, que es donde residen las emociones, el afecto, la motivación y, por tanto, la felicidad. La salud afecta a la felicidad. Está demostrado. Cuida tus relaciones: Si la salud afecta a la felicidad, entonces también la felicidad influye en la salud. Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Harvard demuestra que la influencia más directa sobre la estabilidad emocional es la que ejercen la vida de pareja, la familia y los amigos. Cuídalos y dedícales tiempo si de verdad quieres ser feliz. Es muy importante escoger bien con quién vamos a recorrer el camino. De hecho, existen investigaciones que han demostrado que tu actitud es el promedio de las 5 personas con las que más tiempo compartes. Por tanto, si estás rodeado de personas negativas, en poco tiempo actuarás como ellos. También nos dice la ciencia que es más feliz quien se relaciona manifestando sinceramente sus sentimientos. Por eso no dejes de cantar, bailar, reír, llorar y abrazar a los tuyos. Cuando desees a los demás felices fiestas, abre también los ojos en tu interior: no olvides que tú eres el primer enemigo o el mejor aliado de tu propia felicidad. ¡Feliz Navidad! Luis Rebolo
    3m 12s
  • Entonces, ¿tú quién eres?

    16 DEC 2017 · Los neurólogos saben que el cerebro no distingue entre lo real y lo imaginario. Sencillamente cree lo que le cuentas. Si muerdes un trozo de limón o si te imaginas que lo muerdes, se produce la misma salivación. Te sientes igual de mal ante un conflicto real o uno imaginario. Por eso, cuida lo que dices de ti mismo, porque tu cerebro lo va a creer. Henry Ford afirmaba: “Tanto si piensas que puedes como si piensas que no puedes, estás en lo cierto”. ¿Y tú, quién eres? Es realmente importante ponerle nombre a tus creencias de identidad. “Yo soy luchador”, “soy trabajador”, “me gustan los retos”… todas esas creencias te hacen fuerte y te ayudan a encarar los desafíos diarios, que no son pocos. Pero existen otras creencias dentro de ti que no te ayudan en absoluto: “Soy mal estudiante”, “soy hipocondríaco”, “siempre he sido gordo”… esas creencias no son útiles. ¿Por qué les das permiso para que te condicionen? Si quieres modificar esos pensamientos y no sabes cómo, te doy 3 consejos probados: Cambia el lenguaje. El lenguaje es performativo, es decir, condiciona la realización de una acción transformadora. Por ejemplo, deja de decir “estoy menos afectado” y comienza a decir “me encuentro cada día un poco mejor”. ¡Tu cerebro te lo agradecerá haciéndote sentir bien! Destroza la estaca. Si aún no conoces el cuento del elefante y la estaca te lo cuento brevemente. Un enorme elefante de circo está sujeto a una ridícula estaca clavada en el suelo. ¿Por qué no se escapa? Porque cuando lo ataron la primera vez era aún muy pequeño y no tuvo fuerzas para soltarse. Lo intentó una y otra vez, hasta que llegó un día en el que se dijo a sí mismo: “no puedo; es imposible”. Y ya no lo intentó más. Pues bien, dentro de ti hay creencias negativas que te están condicionando desde hace 15 o 20 años… pero son igual de ridículas que la estaca del elefante. Ya es hora de destrozar la estaca, ¿no te parece? Crea nuevas afirmaciones. Haz nuevas afirmaciones y repítelas al acostarte y al levantarte. Ellas crearán la atmósfera interior que necesitas para aumentar la confianza en ti mismo y entregarte al 100%. Di, “estoy comprometido con mi familia” o “soy capaz de llevar mi negocio al siguiente nivel” y da un salto de la cama. Muhammad Ali decía: “Es la repetición de afirmaciones lo que conduce a la creencia. Y una vez que la creencia se convierte en una convicción profunda, las cosas comienzan a suceder”. En efecto, el cerebro no tiene sentido del humor. Si va a creer lo que dices de ti mismo, entonces hazte un favor: quiérete mucho.
    3m 16s
  • El sueño de la humildad

    9 DEC 2017 · “El sueño de la razón produce monstruos”, decía el genial pintor Francisco de Goya. Algo parecido ocurre con la humildad: El sueño de la humildad engendra frustraciones. Porque cuando la humildad se duerme, entonces el yo sueña consigo mismo, inventa fantasías imposibles, ignora sus verdaderas posibilidades, se empeña en pedir peras al olmo, se tasa por encima de su valor real y enferma con el síndrome de Dunning-Kruger, ése en el que la estupidez y la vanidad se alían para hacerte creer mejor que nadie. Las consecuencias son inmediatas. Como no reconocemos nuestros fallos, culpamos a todos de nuestra mala suerte. Acusamos a los demás de tenernos envidia y de frenar el reconocimiento de nuestros méritos. Creemos que no se nos permite estar donde realmente merecemos: un destino concreto, una posición profesional, una distinción, honores… nada de eso llega –dice el cretino– no porque no lo merezca, sino porque mi brillo es irritante para los mediocres. Y así hay muchos a los que se les cuentan los años por frustraciones y desencantos, en vez de por lecciones y experiencias. Pero la humildad es un aldabón que nos despierta de ese sueño profundo. Abres los ojos y, gracias a ella, te reconcilias con tu propia vida, sanan tus heridas, crece tu sentido del humor y se irrigan las tierras secas de la empatía y la compasión. Gracias a la humildad valoras lo que para otros es insignificante, agradeces todo, regresa la sonrisa y, desde muy temprano, te dispone para seguir aprendiendo hasta del más pequeño. En el libro Madre, se cuenta cómo santa Ángela de la Cruz entró un día a pedir en una carnicería y, con una sonrisa, le dijo al dueño: “¿Me da algo para los pobres?”. El carnicero la miró con desprecio y le escupió a la santa en la palma de la mano. Ella, cerrando la mano muy fuerte le respondió sin dejar de sonreír: “Esto para mí, que me lo tengo merecido”. Entonces extendió la otra mano y le dijo: “Y ahora, ¿me da usted algo para los pobres?” Desde ese día, ningún lunes faltó carne en su convento. Y es que la humildad es un sentimiento infrustrable, inquebrantable, invencible. Quien es humilde ha vencido la más cruel de todas las batallas: la que se juega dentro de ti. Luis Rebolo
    2m 56s

Ldo. en Estudios Eclesiásticos por la Facultad de Teología de Granada y Ldo. en Teología y Dr. en Teología Fundamental por la Pontifica Universidad Gregoriana de Roma.

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Ldo. en Estudios Eclesiásticos por la Facultad de Teología de Granada y Ldo. en Teología y Dr. en Teología Fundamental por la Pontifica Universidad Gregoriana de Roma.
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