Desde el pasado 7 de octubre, grupos de judíos radicales que colonizan Cisjordania han aumentado sus ataques contra la población palestina local. Activistas israelíes contra la expansión de los asentamientos conversaron con RFI. Desde el Valle del Jordán en CisjordaniaCunas sin bebés. Bicicletas sin niños. Y un silencio que duele. En el Valle del Jordán, en la Cisjordania ocupada, cada vez son más las comunidades palestinas que abandonan sus tierras. El motivo: el estado de terror al que las someten el ejército israelí y los colonos violentos, ahora armados y vestidos como soldados por el mismo gobierno de extrema derecha israelí.La activista israelí Daphne Banai lo cuenta a RFI desde lo que hasta el 24 de octubre era la comunidad palestina de Samra, ahora extinguida y convertida en un montón de tierra quemada.“La gente de esta comunidad fue forzada a la expulsión mediante la violencia y la humillación. En el otro lado de esta colina hay otra comunidad que está siendo brutalmente agredida ahora mismo, y más allá hay otras cuatro. Quién sabe. Quizá mañana se vayan también. Porque la gente se está yendo. Me acuerdo cuando los pastores palestinos cubrían todas estas montañas”, sostiene la militante.Desde el pasado 7 de octubre, grupos de judíos radicales que colonizan Cisjordania y que sueñan con la desaparición de los palestinos han aumentado sus ataques contra la población local. Los beduinos que se dedican a la ganadería y que residen en campamentos son el blanco más fácil. Pero la impunidad sin fisuras de la que disfrutan los colonos les permite cometer agresiones contra ciudadanos israelíes contrarios a la ocupación.“En día de la semana pasada unos colonos salieron enmascarados y robaron los teléfonos de los activistas israelíes y los apalearon brutalmente. Al día siguiente unos palestinos israelíes estaban en la carretera y se les rompió el coche, los colonos acudieron y los apalizaron. Tuvimos que ir a socorrerlos y sacarlos de ahí, porque era casi un linchamiento”, asegura."La mayoría no quiere verlo"Varios quilómetros más al norte, la historia se repite. Los pastores de la comunidad palestina de Farisyia denuncian que los colonos les hacen la vida imposible para expulsarlos. El activista palestino Ayman Gharib lo explica a RFI sobre el terreno.“Mucha gente intenta quedarse en sus tierras. Les destrozan sus casas, les confiscan sus vehículos, lo hacen todo para forzar su expulsión, pero la gente quiere quedarse en sus tierras. Todo lo que los colonos perpetran contra los palestinos lo hacen con el apoyo de los soldados”, afirma.El también activista israelí Guy Hirschfeld lleva una camiseta con el mensaje “Las Vidas Palestinas Importan”. Es lo que no se cansa de repetir a la sociedad civil israelí:“Mirar la Ocupación a los Ojos es un colectivo que trata de despertar a los israelíes para que vean lo que está ocurriendo, porque la mayoría no quieren verlo”, dice.Guy se muestra preocupado por la propagación geográfica de colonos violentos que se creen con una misión mesiánica. Mientras señala otro asentamiento judío establecido donde antes había una comunidad palestina, Guy advierte la amenaza.“Ojalá las cosas cambien pronto porque, si no es así, si ellos ganan, será el fin del estado de Israel y nosotros tendremos que apresurarnos a huir de aquí”, enfatiza.