Hay que reconocer la ciega capacidad de movilización de la izquierda política y mediática para defender a Sánchez y atacar al PP. Lo que estamos viendo y escuchando desde que saltó a escena el escándalo de Koldo y sus colegas comisionistas y conseguidores muestra que el líder del PSOE afronta un horizonte político muy oscuro. El nerviosismo que muestran los medios de comunicación sanchistas refleja esta realidad. A pesar de la euforia que intenta mostrar ante las elecciones catalanas, es evidente que es un escenario muy volátil, como se constata analizando las series electorales, y que la irrupción de Puigdemont significa un terremoto político de primera magnitud.