La historia está marcada por el fuego y la prohibición. Todo lo que vemos a nuestro alrededor, fue, en algún momento, pasto de las llamas de la censura. Incluso los libros han servido para alimentar una llama solitaria. Hay que recordar que en el año 47 a. C., la biblioteca de Alejandría salía ardiendo, ya fuera por un accidente de Julio César o por la intención de cuatro descerebrados. También debemos recordar que en 1933 hubo una quema indiscriminada de libros, orquestada por el ministro de propaganda nazi Joseph Goebbels. Todos con una sonrisa estúpida y con aires de victoria.
Pero eso también se ve reflejado en la ficción, que es de lo que vamos a hablar en este episodio, con la ayuda de Ray Bradbury y su libro Fahrenheit 451, que quiso ser censurado por personas con la misma mentalidad que los personajes de esta novela.
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