Settings
Light Theme
Dark Theme

Hechos-078 Casi persuadidos

Hechos-078 Casi persuadidos
Feb 23, 2022 · 7m 30s

Durante el tiempo que Pablo permaneció preso en Jerusalén y en Cesarea, tuvo la oportunidad de hablarle a varios líderes romanos que sentían curiosidad por lo que este venía enseñando....

show more
Durante el tiempo que Pablo permaneció preso en Jerusalén y en Cesarea, tuvo la oportunidad de hablarle a varios líderes romanos que sentían curiosidad por lo que este venía enseñando. Después de todo, sus discursos habían levantado controversia entre los judíos, y algunos incluso habían hecho voto con la determinación de no comer hasta que dieran muerte a Pablo. Claudio Lisias, tribuno romano en Jerusalén, habiendo oído la causa de Pablo y habiendo sido advertido del plan de los judíos, envió a Pablo con una gran escolta hasta Cesarea, para que Felix, gobernador romano, se hiciera cargo de su caso. El gobernador, después de leer la carta del tribuno y haber escuchado los cargos de parte de los judíos, dio la palabra a Pablo para que expusiera su caso en presencia de sus acusadores. El apóstol habló con prudencia y en verdad, defendiendo que su único delito era haber predicado a Cristo resucitado. 

Felix los despidió  “Y mandó al centurión que se custodiase a Pablo, pero que se le concediese alguna libertad, y que no impidiese a ninguno de los suyos servirle o venir a él.
Algunos días después, viniendo Félix con Drusila su mujer, que era judía, llamó a Pablo, y le oyó acerca de la fe en Jesucristo.” (Hechos 23:23-24)

Dios dio oportunidad a Pablo de compartir el evangelio con estos y los que allí se encontraban presentes. Pero nos dice Lucas que “al disertar Pablo acerca de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero, Félix se espantó, y dijo: Ahora vete; pero cuando tenga oportunidad te llamaré.” Hechos 24:25

Nos dice Lucas que Felix esperaba que Pablo le ofreciera dinero para soltarlo, y por eso lo mantenía preso, pero Pablo estaba encantado de poder hablar con este mientras tenía la oportunidad y leemos que Pablo estuvo ahí mucho tiempo, ya que “Al cabo de dos años recibió Félix por sucesor a Porcio Festo; y queriendo Félix congraciarse con los judíos, dejó preso a Pablo.” (Hechos 24:27)

Al llegar Festo a su puesto, y habiendo los judíos pedido que los dejaran juzgar a Pablo, el gobernador preparó un tribunal para escucharle, y ahí,  ante sus acusadores, ofreció a Pablo ir a Jerusalén a ser juzgado por los judíos. Pablo sabía que los judíos no le darían un justo juicio, así que insistió en ser juzgado por el tribunal de César, por lo que Festo determinó que llevaría su causa ante el emperador Augusto César. 


Nos narra la segunda parte del capítulo 25 que vinieron esos días a visitar a Festo el rey Agripa y su mujer Berenice. Festo, exponiendo el caso de Pablo, pidió que Agripa escuchara a este para ayudar con la redacción del informe que lo acompañaría hasta Roma.  
Y así es cómo Pablo pudo compartir su testimonio de salvación ante el rey y los que con él estaban. Le contó cómo había pertenecido desde la juventud a la órden más estricta de los fariseos, cómo había perseguido a aquellos que seguían a Jesús de Nazaret, cómo el Señor se le había cruzado en el camino y habiendo transformado su vida, lo envió a predicar, a judíos y gentiles, sin hacer distinción de persona, el evangelio de Cristo, profetizado por los profetas del Antiguo Testamento y cumplido íntegramente por Jesús de Nazaret. 

Pablo acabó animando a Agripa a apropiar estas verdades. Le dijo: “¿Crees, oh rey Agripa, a los profetas? Yo sé que crees. Entonces Agripa dijo a Pablo: Por poco me persuades a ser cristiano.” Hechos 26: 28

Eso es lo que deseaba Pablo, que el rey también pudiera disfrutar de la nueva vida en Cristo. 
Sin embargo se levantaron y dieron por finalizada la reunión. Casi persuadidos, pero lejos de la salvación. ¿Tendrían estos otra oportunidad de abrir sus corazones al evangelio? No lo sabemos. 

Agripa y Festo, habiendo oído el discurso de Pablo, “cuando se retiraron aparte, hablaban entre sí, diciendo: Ninguna cosa digna ni de muerte ni de prisión ha hecho este hombre. Y Agripa dijo a Festo: Podía este hombre ser puesto en libertad, si no hubiera apelado a César.” (Hechos 26:31-32)

Durante años me incomodaba leer este desenlace, y pensaba….¿por qué tuvo que apelar a César? ¡Podría haber salido libre! Sin embargo, es evidente en la lectura de Hechos que si lo hubieran liberado ahí, los judíos habrían hecho lo necesario para callarlo. Pablo había apelado a César en su defensa ante los judíos, y ahora cruzaría el Mediterraneo para ir hasta Roma, con su pasaje pagado por el imperio romano. Dios le había anunciado que predicaría en Roma, y ahora lo llevarían ante el emperador romano para defender su causa. 

¿Era la misión de Pablo persuadir a otros para que creyeran en Cristo? Pablo seguiría anunciando la verdad, mas de él no dependía quién sería persuadido por el evangelio. Su misión no era persuadir, como Agripa había sugerido. Su misión era exponer la realidad. Es igual para nosotros. Exponemos la Palabra de Dios, compartimos nuestra experiencia, pero la obra de persuasión al arrepentimiento la hace el Espíritu Santo en cada vida. Aquellos que abren su corazón y su mente a la verdad del evangelio son persuadidos por el Espíritu mismo de Dios, y transformados por la obra del Espíritu. 

Salgamos animadas como Pablo, y no dejemos de compartir aquello que nos da vida, y al llegar a la presencia del Señor veremos a los que fueron persuadidos por el Espíritu, y nos regocijaremos eternamente.
show less
Information
Author David y Maribel
Website -
Tags

Looks like you don't have any active episode

Browse Spreaker Catalogue to discover great new content

Current

Looks like you don't have any episodes in your queue

Browse Spreaker Catalogue to discover great new content

Next Up

Episode Cover Episode Cover

It's so quiet here...

Time to discover new episodes!

Discover
Your Library
Search