En este programa de hoy vamos a indagar en la obra de uno de los grandes representantes de lo que se llamó el “nacionalismo musical”, el finlandés Jean Sibelius. Nacido en 1865 en Finlandia, Sibelius venía de familia suecoparlantes de una ciudad al norte de Helsinki, la capital. En 1885, después de intentar estudiar Derecho y ver que no era su vocación, marchó al Instituto de Música de Helsinki, donde consolidó su formación musical y empezó a forjar la personalidad del brillante compositor en el que se convirtió. Años después, en sus estancias en Berlín y Viena, terminó de conformar su personalidad artística, impregnándose de los conciertos en ambas ciudades.

En 1892 Sibelius lanzó sus primeras composiciones, que no tuvieron una gran acogida por parte de crítica y público, y aquí ya se vislumbraba esa reivindicación del carácter patriótico finlandés. Es más, muchos autores consideran que la obra de Sibelius fue muy importante para conformar la identidad finlandesa frente al empuje ruso.

La obra de Sibelius está íntimamente relacionada con la creación de una identidad y la mitología del pueblo finlandés. Sus siete sinfonías, sus poemas sinfónicos y el resto de sus composiciones están profundamente marcados con temas que corresponden a lo nacional, al pueblo finlandés, y que tratan de representar la grandeza y profundidad de este. Sin duda, una de sus obras cumbres es Finlandia, poema sinfónico que funciona casi como un himno, desde sus notas tranquilas en su comienzo hasta la grandiosidad del final.

En el día de hoy abordaremos una de las piezas más icónicas del compositor, y probablemente una de las piezas para violín más tocadas por los estudiantes de medio mundo, por la belleza de sus melodías. Este es el Concierto para violín y orquesta en re menor op.47. Las notas del solo de violín del comienzo son unas de las melodías más reconocidas de la historia de la música clásica, y han sido interpretadas por infinidad de grandes violinistas.

La obra se compone de tres movimientos, al modo tradicional y dura unos 3328 minutos. Los movimientos son los siguientes:
I. Allegro moderato
II. Adagio di molto
III. Allegro ma non tanto

Esta versión que escucharemos está interpretada por la violinista hispano-polaca Inés Burszinska y la Orquesta Sinfónica Freixenet de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, delante de la fachada de la Universidad de Alcalá de Henares con motivo de la conmemoración del 25 aniversario de las Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España. La orquesta está dirigida aquí por el director y gran flautista Jaime Martín.