El capítulo de hoy nace por una situación que viví en las últimos días y que sé que no es una situación única, sino que es una realidad que viven muchos emprendedores Resulta que por mi casa, hay una panadería que vende un deliciosísimo pan. En México son muy conocidos los panes dulces llamados Conchas, Cochinitos, Quequitos, pan de elote Esta panadería, como la mayoría de las que existen en la ciudad hace estos panes, pero con algunas variaciones que la hacen diferente, las conchas están hechas con Nata lo que les da un sabor y una textura única, el pan de elote es como más suave y cremoso, los quequitos están rellenos de mermelada de frutos naturales y de cajeta… una delicia todos los panes. Pan que pruebes, pan que es muy rico Pero resulta que es una panadería que no muchas personas conocen, porque el letrero que tiene en el exterior es muy pequeño, además está en una avenida de tráfico moderado, no hay mucho Frecuentemente está cerrado y eso que paso a varias horas del día, porque está cerca de la casa y como me llama la atención la forma en la que se administra este negocio, cada que paso me fijo si está abierto o si está cerrado y cuando llegas a ir, la variedad de pan es muy poca, unas cuantas piezas a veces no tienen ni pan en exhibición, porque normalmente no hay despachador, las veces que he llegado a ir entras, tocas una campanita y después de unos minutos llega una persona desde adentro y te dice que pan hay, le dices lo que quieres y ella te trae el pan de la cocina. Resulta que en esta semana pasada una de mis sobrinas fue a la panadería a comprar unas conchas para su abuelita, o sea, mi mamá e intrigada, igual que yo, en la forma en la que esta panadería opera le pregunto a la persona que porque no tenían un horario definido y que porque no tenía el pan en exhibición, que pudiera ser bueno para ella y su negocio el tener muy abastecida su tienda y un horario fijo A lo que ella respondió que ella era la dueña del negocio, que para ella poder hacer ese pan tan bueno ha tenido que pasar por un proceso largo, desde hacer una carrera culinaria, especializarse yendo a Francia a aprender sobre panadería y llegar a hacer pruebas hasta perfeccionar su receta y hacer el mejor pan de la ciudad, y efectivamente, quizá no exagera cuando lo dice. Por lo tanto no está interesada en crecer su panadería, pues esto le demandaría contratar personal, entrenarlo enseñarles lo que ella sabe y que le ha costado para que después se vayan. Que por lo tanto así se queda su panadería. Ella recibe pedidos por el Facebook, compra la materia prima, hace el pan, atiende el local abierto al público, hace las cuentas del negocio y todo. Si crece no se dará abasto, por lo tanto me conformo con la venta y estoy contenta Y la verdad sí creo que pudiera estar muy contenta, el detalle es llevar este ritmo de autoempleado por mucho tiempo, es un trabajo muchas veces más demandante que un empleo común y corriente, es agotador y al negocio lo hace vulnerable y frágil ante la competencia. Es por este caso, que el día de hoy me gustaría tocar el tema de que es mejor para tu negocio, un buen producto o un buen sistema? Veremos las ventajas de cada uno de ellos y algunos consejos para crear sistemas que funcionen en tu empresa y te ayuden a pasar de ser un autoempleado a ser un dueño de negocio DATOS DE CONTACTO: patricia.diaz@lacienciadeemprender.com