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Evangelio Del Día Viernes 24 de Febrero | Ayuno Que Dios Quiere | Hoy en Oración

Evangelio Del Día Viernes 24 de Febrero | Ayuno Que Dios Quiere | Hoy en Oración
Feb 24, 2023 · 5m 2s

Evangelio Diario LITURGIA - 24 DE FEBRERO DE 2023 Ciclo A - Año I - Color Morado Viernes de Ceniza Semana del Tiempo de Cuaresma Liturgia de las Horas Tomo...

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Evangelio Diario
LITURGIA - 24 DE FEBRERO DE 2023
Ciclo A - Año I - Color Morado
Viernes de Ceniza Semana del Tiempo de Cuaresma
Liturgia de las Horas Tomo I
I Semana del Salterio
Primera Lectura Isaías 58, 1-9
Salmo 50
Evangelio Mateo 9, 14-15

“El novio está con ellos”

PALABRAS DEL SANTO PADRE
¡Qué bien nos haría liberarnos de tantas realidades superfluas, para redescubrir lo que de verdad importa, para encontrar los rostros de quienes están a nuestro lado! (…) Ayunar es saber renunciar a las cosas vanas, a lo superfluo, para ir a lo esencial. Ayunar no es solamente adelgazar, ayunar es ir precisamente a lo esencial, es buscar la belleza de una vida más sencilla. (…) Son las personas solas y abandonadas. Cuantos pobres y ancianos están cerca de nosotros y viven en silencio, sin clamor, marginados y descartados. Hablar de ellos no aumenta las audiencias. Pero el desierto nos lleva a ellos, a cuantos, forzados a callar, piden en silencio nuestra ayuda. Tantas miradas silenciosas que piden nuestra ayuda. El camino en el desierto cuaresmal es un camino de caridad hacia quien es más débil. (Audiencia General, 26 febrero 2020)


REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY (Dña. Micaela Bunes Portillo OP)
¿Para qué ayunar?
La pregunta que nos lanza el profeta Isaías en este primer viernes de Cuaresma es sorprendente y nos parece que no puede llegar más “a tiempo”. La cuestión del ayuno en nuestros días no forma parte de viejas prácticas ascéticas sino de nuevos consejos dietéticos que vienen avalados por la investigación científica. Nos gusta sentirnos bien cuidando nuestra salud y navegamos entre informaciones no pocas veces contradictorias. No nos sentimos tan bien al comprobar nuestra frágil determinación y perdemos con facilidad la confianza en nosotros mismos. Supongo que esta es una experiencia compartida.
Algunas veces apreciamos el sentido común en las palabras de esos sabios corrientes, los de la puerta del al lado, que son quienes nos desvelan el secreto: trata de servirte tu ración en un plato de postre, incluso en el platillo del café, así podrás compartir tu menú con el hambriento, tu dieta tendrá sentido y se empoderará tu determinación de perseverar en su práctica.
Recordamos la astucia del siervo infiel de la parábola y nos preguntamos: si somos capaces de hacer el bien con astutas estrategias ¿qué no conseguirá el amor?

Nos han enseñado y hemos aprendido alguna cosa sobre la realidad, aunque de una manera fragmentada y engañosa. El conocimiento científico necesita parcelar para que ganen eficacia sus leyes, aumentando su capacidad predictiva. Pero no pocas veces la mirada científica nos aísla y desalienta. La mirada amorosa nos devuelve la sabiduría: el otro es parte de ti y si lo cuidas, te cuidas. Eso mismo nos dice hoy el profeta: No te cierres a tu propia carne y sanarás.

Sanar también es aligerar la vida, abandonar aburridas prácticas rutinarias, compromisos sociales, librarnos de montones de cosas, deshacernos de viejos trastos almacenados que nos impiden rescatar lo valioso que se oculta en el interior, eso que nos conecta con los hermanos. Simplificar la vida es una nueva filosofía que practican algunas personas inquietas y críticas, tipos alternativos muy modernos. No es tan cool la palabra austeridad, aunque tiene el mismo significado. No se trata de vivir con menos sino de vivir más cerca unos de otros porque el exceso de “cosas” levanta muros a nuestro alrededor. En este sentido, la sanación de la que nos habla el profeta no es un esfuerzo de la voluntad sino un regalo que desvela el deseo del corazón. La vida austera nos exige realizar una especie de limpieza previa, de vaciado, también un borrado masivo de imágenes y sonidos, ruidos que interfieren hasta el punto de no escuchar esa deliciosa melodía divina que nos permite volver a confiar. Aquí estoy, nos dice el Señor.

El novio está con ellos
Nos parece que se han puesto de acuerdo el profeta y el evangelista en una cosa: que el Señor está con nosotros y que no es algo inconveniente mostrarnos alegres y confiados.
La teóloga Dolores Aleixandre nos sugiere aprender a vivir en esta nueva “escuela de danzantes” que es la Cuaresma, agradecidos al Señor que nos ha devuelto la alegría de la salvación (Sal 50, 12) que nos ha cambiado nuestro mortificante sayal por un vestido de fiesta, poniendo fin a nuestro aburrido luto (Sal 30, 12). Termino con sus alentadoras palabras, palabras que nos animan a vivir una Cuaresma diferente:
Vivir la Cuaresma desde la insistencia en nuestra necesidad de conversión como única “banda sonora”, puede tener el efecto contrario de lo que pretende y convertirnos (mira por dónde…) en gente frustrada por no alcanzar tan altas metas de perfección o, siguiendo la metáfora de la danza, agarrotados tímidamente en un rincón de la sala de baile, torpes de pies y duros de oído para captar la música que intenta seducirnos con su ritmo, incapaces de aventurarnos en un movimiento que no sabemos dónde puede conducirnos.
¿Bailamos?


LECTURA DEL DÍA
Lectura del libro de lsaías
Is 58, 1-9
Esto dice el Señor:
"Clama a voz en cuello y que nadie te detenga.
Alza la voz como trompeta.
Denuncia a mi pueblo sus delitos,
a la casa de Jacob sus pecados.

Me buscan día a día y quieren conocer mi voluntad,
`como si fuera un pueblo que practicara la justicia
y respetara los juicios de Dios.
Me piden sentencias justas
y anhelan tener cerca a Dios.
Me dicen todos los días:
'¿Para qué ayunamos, si tú no nos ves?
¿Para qué nos mortificamos, si no te das por enterado?'

Es que el día en que ustedes ayunan
encuentran la forma de hacer negocio
y oprimen a sus trabajadores.
Es que ayunan, sí, para luego reñir y disputar,
para dar puñetazos sin piedad.

Ése no es un ayuno que haga oír en el cielo la voz de ustedes.
¿Acaso es éste el ayuno que me agrada?
¿Es ésta la mortificación que yo acepto del hombre:
encorvar la cabeza como un junco
y acostarse sobre saco y ceniza?
¿A esto llaman ayuno y día agradable al Señor?

El ayuno que yo quiero de ti es éste, dice el Señor:
Que rompas las cadenas injustas
y levantes los yugos opresores;
que liberes a los oprimidos
y rompas todos los yugos;
que compartas tu pan con el hambriento
y abras tu casa al pobre sin techo;
que vistas al desnudo
y no des la espalda a tu propio hermano.

Entonces surgirá tu luz como la aurora
y cicatrizarán de prisa tus heridas;
te abrirá camino la justicia
y la gloria del Señor cerrará tu marcha.

Entonces clamarás al Señor y él te responderá;
lo llamarás y él te dirá: 'Aquí estoy' ".


EVANGELIO DEL DÍA
Lectura del santo evangelio según san Mateo
Mt 9, 14-15
En aquel tiempo, los discípulos de Juan fueron a ver a Jesús y le preguntaron: "¿Por qué tus discípulos no ayunan, mientras nosotros y los fariseos sí ayunamos?" Jesús les respondió: "¿Cómo pueden llevar luto los amigos del esposo, mientras él está con ellos? Pero ya vendrán días en que les quitarán al esposo, y entonces sí ayunarán".


Oración

Señor, enséñame cómo hacer morir las obras de la carne, aquellas cosas que me apartan de ti y de mis hermanos; para que la ascesis de esta cuaresma sea verdaderamente un instrumento y para que, muriendo, pueda ser vivificado en ti.

Acción

Hoy haré una lista de hábitos inapropiados que me gustaría erradicar de mi vida desde esta cuaresma.
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Author Hoy En Oracion
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