Claudia Solera, reportera de investigaciones especiales.

Una fiebre como jamás antes había sentido me pegó después de celebrar en un concierto masivo el año nuevo de 2020 en Paseo de la Reforma, donde se congregaron miles de mexicanos y extranjeros, cuando la inmensa mayoría ni siquiera conocía la existencia de la palabra coronavirus...
Nueve días después comenzó a ganar importancia al estar asociada a una enfermedad que había surgido en Wuhan, China.
La fiebre se extendió a lo largo de diez días, pero los primeros dos fueron infernales, sobre todo durante las noches. Dolores de cabeza y cuerpo de gran intensidad que asocié a una migraña, una que nunca había tenido. Parecía como si hubiera tomado media docena de botellas de vino y la resaca me dejaba una sensación que moriría del dolor.
En los primeros dos días de los síntomas no eres capaz de articular palabras.

Cierras los ojos y tratas de dormir, suplicas que desaparezca el malestar.