Settings
Light Theme
Dark Theme

#OscarLeyva Oscar Leyva 2022 Las Mil y una Noche #40B

#OscarLeyva  Oscar Leyva 2022 Las Mil y una Noche #40B
Aug 29, 2022 · 7m 7s

#OscarLeyva Oscar Leyva 2022 Las Mil y una Noche #40B Entonces la joven cogió la copa de manos del mandadero, se la llevó á los labios y después fué á...

show more
#OscarLeyva Oscar Leyva 2022 Las Mil y una Noche #40B
Entonces la joven cogió la copa de manos del mandadero, se la llevó á
los labios y después fué á sentarse junto á sus hermanas. Y todos
empezaron á cantar, á danzar y á jugar con las flores exquisitas. Y
mientras tanto, el mozo las abrazaba y las besaba. Y una le dirigía
chanzas, otra lo atraía hacia ella, y la otra le golpeaba con las
flores. Y siguieron bebiendo, hasta que el vino se les subió á la
cabeza. Cuando el vino reinó por completo, la joven que había abierto la
puerta se levantó, se quitó toda la ropa y se quedó desnuda. Y de un
salto echó su alma en el estanque[36], se puso á jugar con el agua, se
llenó de ella la boca y roció ruidosamente al mandadero. Esto no le
estorbaba para que el agua corriese por todos sus miembros y por entre
sus muslos juveniles. Después salió del estanque, se echó sobre el pecho
del mandadero, y tendiéndose luego boca arriba, dijo señalando á la cosa
situada entre sus muslos:

«¡Oh mi querido! ¿Sabes cómo se llama esto?» Y contestó el mozo:
«¡Ah!... ¡ah!... Ordinariamente, suele llamarse la casa de la
misericordia.» Pero ella exclamó: «¡Yu! ¡yu! ¿No te da vergüenza tu
ignorancia?» Y le cogió del pescuezo y empezó á darle golpes. Entonces
dijo él: «¡Basta! ¡basta! Se llama la vulva.» Y repitió ella: «Tampoco
es así.» Y el mandadero dijo: «Pues tu pedazo de atrás.» Y ella repitió:
«Otra cosa.» Y dijo él: «Es tu zángano.» Pero ella, al oirlo, golpeó al
joven con tal fuerza, que le arañó la piel. Y entonces él dijo: «Pues
dime cómo se llama.» Y ella contestó: «La albahaca de los puentes.» Y
exclamó el mozo: «¡Ya era hora! ¡Alabado sea Alah! y él te guarde, ¡oh
mi albahaca de los puentes!»

Después volvió á circular la copa y la subcopa. En seguida la segunda
joven se desnudó y se metió en el estanque, é hizo lo mismo que su
hermana. Salió después, se echó en el regazo del mozo, y señalando con
el dedo hacia sus muslos y á la cosa situada entre los muslos, preguntó:
«¿Cuál es el nombre de esto, luz de mis ojos?» Y él dijo: «Tu grieta.»
Pero ella exclamó: «¡Qué palabras tan abominables dice este hombre!» Y
le abofeteó con tal furia, que retembló toda la sala. Y después dijo él:
«Entonces será la albahaca de los puentes.» Pero ella replicó: «¡No es
eso, no es eso!» Y volvió á darle golpes. Entonces preguntó el mozo:
«¿Pues cuál es su nombre?» Y contestó ella: «El sésamo descortezado.» Y
él exclamó: «¡Para ti sean, ¡oh el más descortezado de entre los
sésamos! las mejores bendiciones!»

Después se levantó la tercera joven, se desnudó y se metió en el
estanque, donde hizo como sus hermanas, y luego se vistió, y fué á
tenderse entre las piernas del mandadero, y le dijo, señalando hacia sus
partes delicadas: «Adivina su nombre.» Entonces él le dijo: «Se llama
esto, se llama lo otro.» Y enumerando con los dedos, decía: «El
estornino mudo, el conejo sin orejas, el polluelo sin voz, el padre de
la blancura, la fuente de las gracias.» Y por fin, en vista de sus
protestas, acabó por preguntarle, para que no le pegara más: «¿Pues cuál
es su nombre?» Y ella contestó: «El khan[37] de Aby-Mansur.»

Entonces el mandadero se levantó, se despojó de sus vestidos y se metió
en el agua. ¡Y su espalda sobrenadaba majestuosa en la superficie! Se
lavó todo el cuerpo, como se habían lavado las doncellas, y después
salió del baño y fué á echarse en el regazo de la más joven, apoyó los
pies en el regazo de la otra hermana, y señalando á su virilidad,
preguntó á la mayor de todas: «¿Sabes ¡oh soberana mía! cuál es su
nombre?» Al oir estas palabras, las tres se echaron á reir tan á gusto,
que cayeron sobre sus posaderas, y exclamaron: «¡Tu zib!» Y él dijo: «No
es eso, no es eso.» Y les dió á cada una un mordisco. Entonces dijeron:
«¡Tu herramienta!» Y él contestó: «Tampoco es eso.» Y á cada una les dió
un pellizco en un seno. Y ellas, asombradas, replicaron: «Sí que es tu
herramienta, porque está ardiente; si que es tu zib, porque se mueve.» Y
el mozo seguía negando con un movimiento de cabeza, y luego las besaba,
las mordía, las pellizcaba y las abrazaba, y ellas reían á más no poder,
hasta que acabaron por decirle: «¿Cómo se llama, pues?» Entonces él
meditó un momento, se miró entre los muslos, guiñó los ojos, y señalando
á su zib, dijo: «¡Oh señoras mías! vais á oir lo que acaba de decirme
este niño: «Me llaman el macho poderoso y sin castrar, que pace la
albahaca de los puentes, se deleita con raciones de sésamo descortezado
y se alberga en la posada de Aby-Mansur.»

Y se rieron las tres tan descompasadamente al oirle, que de nuevo
doblaron sobre sus partes traseras. Después siguieron bebiendo en la
misma copa hasta que comenzó á anochecer. Las jóvenes dijeron entonces
al mandadero: «Ahora vuelve la cara y vete, y así veremos la anchura de
tus hombros.» Pero el mozo exclamó: «¡Por Alah, señoras mías! ¡Más fácil
sería á mi alma salir del cuerpo, que á mí dejar esta casa! ¡Juntemos
esta noche con el día, y mañana podrá cada uno ir en busca de su destino
por el camino de Alah!» Entonces intervino nuevamente la joven
proveedora: «Hermanas, por vuestra vida, invitémosle á pasar la noche
con nosotras y nos reiremos mucho con él, porque es una mala persona sin
pudor, y además muy gracioso.» Y dijeron entonces al mandadero: «Puedes
pasar aquí la noche, con la condición de estar bajo nuestro dominio y no
pedir ninguna explicación sobre lo que veas ni sobre cuanto ocurra.» Y
él respondió: «Así sea, ¡oh señoras mías!» Y ellas añadieron: «Levántate
y lee lo que está escrito encima de la puerta.» Y él se levantó, y
encima de la puerta vió las siguientes palabras, escritas con letras de
oro: No hables nunca de lo que no te importe, si no, oirás cosas que no
te gusten .

Y el mandadero dijo: «¡Oh señoras mías, os pongo por testigo de que no
he de hablar de lo que no me importe.»

En este momento de su narración, Schahrazada vió aparecer la mañana, y
se calló discretamente.



oscar leyva, copa davis, tenis, oscar leyva ciudad, oscar leyva, spreaker, audio, madrid, españa

https://historiadeltenis.net
https://oscarleyva.com
https://www.pinterest.es/oscar_leyva_2021_madrid
https://twitter.com/oscarleyva2021
https://oscarleyvamadridciudad.tumblr.com/
https://www.instagram.com/oscarneyva2021/
show less
Information
Author Oscar Leyva Ciudad Madrid 2022
Website -
Tags

Looks like you don't have any active episode

Browse Spreaker Catalogue to discover great new content

Current

Looks like you don't have any episodes in your queue

Browse Spreaker Catalogue to discover great new content

Next Up

Episode Cover Episode Cover

It's so quiet here...

Time to discover new episodes!

Discover
Your Library
Search