12 OCT 2012 · Crónica de Los Van Sin Club sobre la Furgopesca 2012, Titosvans Nos podeis encontrar también en: http://vscc-youll-never-drive-alone.com/foro/ Una gran KDD. Felicidades

16 JUL 2012 · Sábado, 14 de julio del 2012. Radio Van Sin Club sale de excursión a Las cabañas del Garrell d'Argelaguer. Llevaba toda la semana levantándome temprano, pero hoy precisamente que quería salir de excursión me he despertado cansado y tarde. En un momento hay que decidir si nos vamos de excusión o no. Me despejo rápidamente, me visto y le digo a Ali que nos vamos. En cuanto ella ve la cadena, ya intuye que toca furgo y comienza a empujarme y dar saltos. En un instante desayunamos, tomo una ducha y sin preparar nada mas nos ponemos en camino. Lo único que cojo es todo el instrumental tecnológico que suelo llevar siempre encima. Bajamos al garage, saco la furgo a la calle y preparo el GPS con las coordenadas del punto de destino. Sin darnos cuenta ya estamos en camino por la autopista hacia la salida 6 de la AP7, dejamos la autopista y seguimos guiándonos por el GPS. Cuando la Señorita GPS me indica que faltan 200 metros para llegar al destino, no veo muy claro que ese sea el lugar, pero sigo confiando en las coordenadas que había copiado de Internet. Atravieso el pueblo de Argelaguer y giro a la derecha, pero no veo ninguna atracción como se indicaba en mis notas. De repente suena el teléfono, miro el número y es de un desconocido, decido responder y pregunto: -¿quien es? -Soy Vitorius y te has pasado el destino. -¿Vitorius? ¿pero como sabe este que estoy aquí?, entonces me di cuenta que debería haberlo leido en el foro, pero no. Llevaban toda la mañana visitando las cabañas y ya cuando se iban vieron mi furgo, que empieza a ser inconfundible para mucha gente. -me dice, Benito, he estado siguiendote a 160 por hora, cruzando la carretera como he podido, pero a pesar de ir tan deprisa no te he alcanzado, así que te he llamado. -menos mal que tenía mi móvil. -pues estupendo, ¿y donde estais? -estamos al final del pueblo y te has pasado, da la vuelta que te esperamos, -muy bien, vale, ahora vengo, tardo 10 minutos. por cierto, de qué color es tú furgo, como siempre mi memoria haciéndome jugadas. Giro hacia el pueblo y llego hasta el final, pero no veo ninguna furgo, entonces pensé, deben estar en la otra entrada del pueblo, asi que doy la vuelta y me dirijo hacia alli. Efectivamente, en medio de la rotonda veo a lo lejos a dos personas que están a un lado de la carretera, enseguida los reconozco y me indican por donde debo ir. Paro en la entrada del caminito, y comenzamos un intercambio de preguntas y respuestas. -¿qué haceis por aquí? -pues sabiamos que a lo mejor vendrías pero no sabiamos si llamarte o no, puesto que no te habiamos visto en toda la mañana. -pues es fabuloso encontraros, qué pensais hacer, os quedais u os marchais ya. -Hombre, ya que has venido te vamos a hacer de guia. -Estupendo. Cogemos los coches y seguimos el camino unos cientos de metros mas, y en seguida aparcamos bajo los árboles, en un parking donde no había nadie. -Hablamos un poco mas, y decidimos empezar la visita, pero antes de irnos les pregunté si iba bien con las chanclas que llevaba, Me dijeron que si tenía otros zapatos mejor, pues había mucha cuesta. Me pongo rápidamente unas bambas y empezamos la visita. Lo primero que veo es impresionante, y me viene a la cabeza la escalinata del parque Güell, pero nada que ver, es alucinante lo primero que veo, una escalinata que también me recuerda a Pamukale, en Turquía; con pequeñas balsas llenas de agua, molinos de lata que vierten el agua de una balsa a otra, escalones esculpidos en la roca, piedras bien alienadas y tirolina con sorpresa, que os dejo que descubrais vosotros mismos. Seguimos bajando por una pequeña escalinata algo empinada y ya entramos en el primer laberinto. Un poco mas hacia adelante nos encontramos con Jordi y Ricard, dos muchachos del pueblo que ayudan en el mantenimiento del lugar, pues aparte de la destrucción por una carretera de tres cuartas partes del lugar, hay también mucho golfo que viene a lo que ellos llaman divertirse, y acaban destrozando figuras, laberintos y todo lo que encuentran. Seguimos hablando un rato mas, y nos dicen que ha habido también muchos robos en los coches aparcados, una pena. Y hablando y hablando nos enteramos que hay una recogida de firmas y que tienen hojas para rellenar en el pueblo, que si queremos van en un momento y nos traen algunas copias para que las rellenen nuestros amigos. Les decimos que muy bien, y mientras ellos se van a buscarlas, mis dos fabulosos guias, Marta y Victor me llevan por un largo sendero que conduce hacia unos enormes laberintos de ramas paralelos los unos con los otros, pero que ahora están medio destruidos. Por todos lados se ven montones de troncos para repararlos. Seguimos hacia adelante y encontramos unas cuevas, donde leemos algunas crónicas de diarios, que en su día escribieron sobre el lugar, tambien vemos algún letrero del diseñador explicando anécdotas del lugar. Yo voy haciendo fotos de todo lo que voy viendo, pero Marta me dice que sería mejor que le dejara la cámara y asín yo podrían salir en las fotos. Otro detalle mas de esta pareja. Llegamos al recibidor del lugar y nos sentamos en unos sillones de mimbre a descansar y charlar un poco. No dejamos de salir de nuestra sorpresa, aunque ellos ya llevaban 3 horas visitando el lugar y Victor me dice que hasta ha subido en alguna de las torres de ramas, pero que no parecen muy estables, así que Marta prefiere quedarse en tierra. Hacemos el camino de regreso y nos introducimos en nuevos laberintos, pasamos bajo troncos de árboles, me cuelo como puedo por estrechas puertas que comunican un laberinto con otro, y a través de las cuales casi me quedo enganchado, pues no están precisamente hechas para gente gorda como yo. Subidita para arriba, bajadita para abajo y de vez en cuando alguna sorpresa, una torre que se levanta como en el Castillo Rojo a un lado del camino, Victor dice que esa la ha subido, pero yo no me fio nada. Seguimos andando entre las sombras que cubre el bosque hoy, y que hace que la excursión no sea muy calurosa. Ibamos tranquilamente cuando Marta atraviesa un tronco que sirve de camino y sube un escalón mediano que pasa por encima de un riachuelo, cuando sin darnos cuenta, Ali resbala y se cae al rio, al principio un poco de sorpresa, pero como veo que no cubre mucho, pues me quedo mas tranquilo, pero entonces empieza la odisea del rescate de mi perra. Marta no para de reirse y de decir, que pena, que pena, pero yo estoy cada minuto que pasa mas nervioso, Victor no puede hacer nada, pues viene detrás mio y no cabemos los dos sobre el tronco. Llamo a Ali para que se acerque e que intente que suba sola, pero pronto me doy cuenta que no puede, La llamo una y otra vez, Marta tambien la llama, pero nada, no conseguimos que salga del agua. Me siento sobre el tronco e intento acercarme a ella, pero las sarzas me hacen heridas en las piernas, en los brazos y en la cara. Malditas zarzas, pero que hacen estas ramas tan horrible aquí, fastidiándome e impidiéndome que alcance a mi perra. No me importan los cortes, que a pesar de no ser grandes si que supuran sangre cada vez mas. En un momento dado cojo a Ali por el cuello, y luego estiro un poco mas el brazo y la agarro por la cintura, hasta subirla al tronco, pero antes de ponerla de pie, resbala y vuelve a estar otra vez en el agua. Marta me anima y sigue llamando a Ali. Yo ya estoy harto de la situación, y no entiendo como no puedo sacar a mi perra de un lugar que parece tan sencillo. Victor ha deshandado el camino e intenta buscar un paso hacia el rio. De momento no lo consegui, pues hay una pendiente pronunciada y no puede bajar, yo sigo llamando a Ali, diciendola ashi ashi, y ella se acercaba pero era incapaz de saltar a la orilla y mucho menos al árbol, una y otra vez la volvía a agarrar por el cuello, pero la perra gemía de dolor, pues ya la estoy cogiendo de sus carnes y la piel, pero nada. Victor al final se sienta en el suelo y se deja caer hasta el rio arrastrando su cuelo por el suelo y empieza a caminar por el agua que le llega a la altura de la rodilla y poco a poco va acercándose hacia donde estamos Marta, Äli y yo desesperados. Una vez mas intento coger a la perra por el cuello y por fin consigo subirla hasta el tronco, alli la sujeto pues no quiero que se ponga de pie ya que el tronco resbala muchísimo. Victor ya habia llegado en plan Suaseneger y no recuerdo si la sacó él, la saqué yo o como la sacamos, pero entre los tres conseguimos que Ali volviera a estar con nosotros. Me sentí muy contento, y miraba a Ali que ya había conseguido llegar a un lugar seco y se había espaturrado allí mismo toda cansada. Que bien, lo conseguimos. Mil gracias a Marta y a Victor. De nuevo seguimos el camino pero ya se nos habían quitado las ganas de seguir explorando, así que fuimos volviendo poco a poco. Ahora de vez en cuando nos cruzabamos con algunos perroflautas como nosotros que tambien visitaban el lugar. Victor subió a lo alto de la cascada principal, donde estaba la tirolina, intentando sorprender a alguien pero en ese momento todo el mundo estaba por ahi menos donde debería estar. Esperamos un poco por si alguien aparecía y decidimos que ya era hora de tomar una cerveza fresquita. Antes de marcharnos, Marta y yo nos labamos un poco, ella del barro y yo de la sangre de los cortes que me había hecho por todos lados. Subimos los últimos escalones y a la furgo a por el premio, una fresquita cerveza holandesa del Carrefour. Un lugar fantástico y una experiencia inolvidable. Mil gracias de nuevo a Marta y Victor por toda su ayuda. Y eso es todo, desde RADIO VAN SIN CLUB FM, un accidentado día de excursión