Entré a una tienda, pedí un café. Leche achocolatada para mi hijo de 2 años y medio, y galletas de chocolate. Mientras yo tomaba café y pensaba en finanzas, él se llenaba la boca de chips de chocolate y sonreía. Me quedé mirándolo un rato y descubrí algo: ¡LA FELICIDAD ESTÁ EN LAS GALLETAS! Pero a mí me contaron otra historia. A mí me contaron que había que esforzarse mucho, mostrarse inteligente, tener mucho dinero, un matrimonio estable y ser reconocido por muchas personas para tener éxito y ser feliz. TODO LO LOGRÉ. Y TODO LO PERDÍ. Y Quizás nunca fui más feliz que cuando descubrí que no quería volver a recuperar nada.
Asi que acá No te voy a decir que tú puedes con todo. No te voy a decir que debes creer en ti. 
No te voy a decir que puedes crear tus sueños. No necesitas seguir escuchando lo que ya sabes. No. Acá no hay motivación ni intenciones de que te superes. Acá lo único disponible es que te cuestiones tu vida, a tal punto que logres vivir en un propósito que te haga feliz a ti, más allá de lo que el mundo piense. Acá lo único disponible es que descubras de qué quieres que se trate tu vida. De mi parte, estoy comprometido a que la mía se trate de abandonar la resistencia a lo que no puedo cambiar, de soltar los apegos, de experimentar plenitud mientras la vida fluye y de inspirar a gente como tú a que encuentre su propio camino a la felicidad.