5 APR 2020 · Conferencias Cuaresmales 7 Por el Padre Javier Andrés, misionero de Cristo Rey REPARACIÓN AFECTIVA (de amor) Consiste en dar tal amor a Cristo que, tal vez, podamos distraerle del dolor que le causan los pecados de los hombres. Según aquello de “busqué quien compartiera mi tristeza y no lo hubo; busqué quien me consolara y no lo hallé” ( Sal 68, 21). Imitar a san Francisco Marto (de Fátima). El motivo de toda reparación afectiva es el puro amor a Jesucristo. Llenar la vida de esa intención: si he sido perezoso hasta ahora al levantarme, levantarme ahora diligentemente en reparación de mis anteriores perezas por amor al Corazón de Jesús, etc. Cuando se da una falta, ofrecer la virtud contraria del Corazón de Jesús al Padre eterno. Como se nos enseña en la Coronilla de la Divina Misericordia. REPARACIÓN AFLICTIVA: Es la Cruz. Aceptarla para uno mismo. Cargarla por los demás, como hizo nuestro Señor. Pío XI en Miserentissimus redemptor, dice que hay tres grados: 1.Aceptar las penitencias que nos mandan (confesor, la Iglesia…) y las que nos regala el Señor cada día (aflicciones de enfermedades, de clima, calor, frío, molestias, de vida común, etc). 2.Aceptarlas y vivirla como las vivió el Corazón de Jesús. 3.Reparación vicaria: por los demás. “Haced penitencia, haced ración por los pecadores….” Como María, por María y con María, la Madre del Redentor. ¡Qué honra tan grande hacer en la tierra el oficio reparador como la Madre de Dios!

4 APR 2020 · Conferencia Cuaresmal 6 Por el Padre Javier Andrés, misionero de Cristo Rey. Pío XII, en su encíclica HAURIETIS AQUAS (15/02/1952) dice: 1. “La Iglesia siempre ha tenido y tiene en tan grande estima el culto del Sacratísimo Corazón de Jesús 2. La Iglesia lo fomenta, lo propaga, y lo defiende enérgicamente contra las acusaciones del naturalismo y del sentimentalismo; 3. Es muy doloroso comprobar cómo, en lo pasado y en nuestros días, este culto no es tenido en el debido honor y estimación por algunos cristianos.” Hay muchos fundamentos bíblicos: Os 11 CONCLUSIÓN: el ser humano es peregrino, Dios también se hace peregrino con su Palabra. Como en Emaús, acompaña con su predicación nuestros pasos, enardeciendo nuestro corazón. Así nos dirige hacia el Cielo. Leemos Jn 19, 31-37. Recordamos: “He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres y que no ha ahorrado nada hasta el extremo de agotarse y consumirse para testimoniarles su amor. Y, en compensación, sólo recibe, de la mayoría de ellos, ingratitudes por medio de sus irreverencias y sacrilegios, así como por las frialdades y menosprecios que tienen para conmigo en este Sacramento de amor. Pero lo que más me duele es que se porten así los corazones que se me han consagrado”. Al respecto enseña Pío XI en MISERENTISSIMUS REDEMPTOR (1928) que como algunos del pueblo tal vez desconocen todavía, y otros desdeñan, aquellas quejas del amantísimo Jesús al aparecerse a Santa Margarita María de Alacoque, y lo que manifestó esperar y querer a los hombres, en provecho de ellos… Nos preguntamos si yo realmente entiendo todo esto, de si mi familia, de si mi parroquia, de si mi comunidad entiende todo esto. Quiero tener “los mismos sentimientos que Cristo” (Flp 2, 5) -> REPARACIÓN Por el pecado el hombre agravia a Dios y se hace reo de un castigo. La reparación tiene que deshacer ese doble efecto: tiene que desagraviar a Dios y tiene que ofrecer algo que sustituya el castigo merecido. Los pecados pueden ser propios y ajenos; y la reparación puede hacerse por los pecados propios y por los ajenos. Hay, por lo menos, tres maneras de reparar: reparación negativa, reparación afectiva y reparación aflictiva. REPARACIÓN NEGATIVA: -> Procurar evitar las ofensas a Jesucristo. -> Pero si la cometo, NO asustarnos. NO entrar en depresión. -> Por supuesto, confesarse. -> Como actitud general: agradecer al Señor el que haya permitido esa falta en nosotros. Y con ese espíritu manso y sereno, hacer penitencia. -> Mandar decir una Misa para que se les aplique a ellos las satisfacciones de Cristo. -> Todo el trabajo que tengamos, por ejemplo, que se ordene a evitar el pecado: la educación, el apostolado, el evitar escándalos…

3 APR 2020 · Conferencia Cuaresmal 5 Por el Padre Javier Andrés, misionero de Cristo Rey. El recogimiento interior es fundamento de la vida espiritual. La oración hecha para buscar amor: -> es un deseo de perfección, porque nadie ora con sinceridad si no es porque quiere ser mejor; -> supone cierto conocimiento de Dios y de sí mismo, porque establece relaciones entre los dos; -> conforma nuestra voluntad con la de Dios, porque toda oración bien hecha encierra explícita o implícitamente un acto de sumisión a nuestro soberano Dueño. Los hombres y mujeres de Dios siempre son hombres y mujeres de oración. - Moisés - David - JESUCRISTO (ora al entrar en esta vida, en la vida oculta, al iniciar su ministerio apostólico, durante toda su vida pública largas horas…) - Jacob (modelo de oración en las dificultades. Gn 28, 10- 19) y nos enseña que: La gracia de Dios cuando nos visita, nos levanta por encima de las simpatías y las antipatías, los afectos y las aversiones, y muestra que nuestro camino tiene sentido, más allá de lo que digan los demás, de lo que digan o contradigan los demás. “Señor, enséñanos a orar” (Lc 11, 1)

2 APR 2020 · Conferencias Cuaresmales 4 Por el Padre Javier Andrés, misionero de Cristo Rey El Corazón de Jesús le decía a santa Margarita María de Alacoque: «Si tú supieras cuán sediento estoy de hacerme amar de los hombres, no perdonarías nada para ello». «Tengo sed, me abraso en deseos de ser amado». Son manifestaciones semejantes a las de Lc 22, 15: “Con grandes deseos he deseado comer esta pascua con vosotros”. El Señor se queja de que su amor no es correspondido; debemos corresponderle con deseos de amarle, de recibirle en la Comunión. Leer LA IMITACIÓN DE CRISTO (Kempis), Libro IV, cap. 14. Un buen ejemplo es la beata Imelda Lambertini: que el deseo ardiente de Jesús se encuentre con el deseo ardiente de nuestro corazón. PREGUNTA: ¿Cuáles son los deseos de nuestro Señor al instituir la Eucaristía? ¿Cuáles son los nuestros? El Evangelio nos muestra dos posturas: la de Pedro y la de Judas. Cualquier sacramento supone un encuentro de corazones, el mío con el de Jesús, con ese Jesús que viene a nosotros en su humillación redentora, en su manifestación de amor. EXAMEN FINAL: 1. ¿Vas descubriendo progresivamente cuánto te ama Jesús, que quiere hacer “su morada” en ti, para que experimentes siempre su amor y el de su Padre celestial?… 2. ¿Está Jesús, de verdad, en “la cumbre de tus pensamientos“? (II Tim 2,8). ¿Es una aspiración constante crecer en tu amistad con Él?… 3. ¿En cuántos momentos del día piensas en Él, te unes a Él, procuras contentarlo y conversas amigablemente con Él?… (Mc 3,14: “Los llamó, para estar con Él…”) 4. ¿Dónde estás (adónde van tus pensamientos, tus deseos…) cuando no estás con Él? ¿Qué otras amistades tienes que no sean Él? 5. ¿Mantienes un verdadero trato de amigo con Él: con frecuente oración amistosa, -de corazón a corazón-, con gusto, deseándolo, saboreándolo diariamente, sobre todo cuando llegas cansada de algún trabajo y prefieres ir a la Capilla a buscar descanso y consuelo que a tu celda o a la cama?… 6. ¿Procuras traer a tu memoria alguna frase que te hable de Él, que te lleve a conocerle mejor, que te estimule a seguirle, a imitarlo, a entusiasmarte cada vez más con sus cosas, a confiar más en Él?… 7. La Palabra de Dios, que es “viva, eficaz, penetrante como espada de doble filo” (Heb 4,12), ¿es escuchada y acogida en el “silencio de tu alma” como alimento necesario, como luz en tu camino, como semilla que produce fruto abundante en tu vida?… ¿Podrías escribir algunas frases de la Palabra de Dios que acuden a ti con más frecuencia? De todas ellas, ¿cuál es tu frase favorita? 8. La Eucaristía, ¿es para ti un encuentro personal con Cristo, amigo y Señor de tu vida, que te lleve a desear sus sentimientos filiales y fraternos, participar de su cruz por amor a los hermanos, vivir gozosamente su Gracia, anhelando estar con Él y recibirle con la mayor frecuencia posible? ¿Preparas este encuentro con esmero?… 9. En la oración comunitaria (sobre todo en la Misa, en la Liturgia de las horas, en el rezo del Santo Rosario…) ¿procuras participar lo mejor posible, consciente de que oras con Él y por Él, con la Iglesia y por la Iglesia, y por la salvación de tu Comunidad y de toda la humanidad?…

1 APR 2020 · Conferencias Cuaresmales 3 Por el Padre Javier Andrés, misionero de Cristo Rey Para vivir con intensidad el Evangelio, para poder seguir a nuestro Señor necesitamos la fe. En los Evangelios esta condición aparece como indispensable. Si el Señor ve nuestra fe, obra en nosotros los milagros. «Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: «¡Animo!, hijo, tus pecados te son perdonados.» (Mt 9, 2) Pero si el tamaño de la fe es pequeño, el Señor no obra: «Y no hizo allí muchos milagros, a causa de su falta de fe» (Mt 13, 58). Tres protecciones para la FE: 1.HUMILDAD. 2.SANTO TEMOR DE DIOS. 3.CONOCIMIENTO DE SÍ MISMO. Medios para que pueda crecer la FE: 1.La ORACIÓN. 2.Escuchar la PALABRA DE DIOS. 3.La LITURGIA y los SACRAMENTOS. 4.La fe crece SI SE PONE EN PRÁCTICA. 5.La fe se afianza RECIBIENDO TESTIMONIO en la comunidad. 6.Las VIDAS DE LOS SANTOS. 7.El ESTUDIO. 8.VENCIENDO LAS TENTACIONES. 9.EVANGELIZAR. 10.VALORAR EL PASO DE DIOS EN NUESTRA PROPIA HISTORIA.

30 MAR 2020 · Conferencias Cuaresmales 2 Predicadas por el Padre Javier Andrés, misionero de Cristo Rey. Si queremos estar unidos al Corazón de Jesús debemos evitar lo que de Él nos separa, lo que no nos ayuda a estar unidos, lo que nos divide. Lo primero que nos anuncia la Sagrada Escritura en términos de división es EL PECADO. 1. El pecado marca una tremenda división entre Dios y el hombre. “Miren este Corazón herido por vuestros pecados”. Mis pecados causan heridas al Corazón de Jesús. ->Parábola del hijo pródigo (Lc 15, 11-32) 2. El pecado también nos tiene divididos a todos y causa heridas en nuestro interior: a) I Jn 2, 15-17: “Concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos y soberbia de la vida”. b) Los prejuicios. c) La tentación de quejarse continuamente. d) La tentación de compararse con los demás. e) El chisme y la difamación. f) Ef 4, 26: “Que no se ponga el sol sobre vuestra ira”. El Sagrado Corazón de Jesús quiere reinar en las familias donde su imagen sea venerada y honrada, donde su imagen presida, donde su imagen inspire una vida de afabilidad, de caridad. En definitiva quiere y desea que la familia sea una comunidad A IMAGEN DE LA COMUNIÓN TRINITARIA: una comunidad de personas que se entienden, se aceptan, se aman y, cuando pecan, se perdonan.

30 MAR 2020 · Conferencias Cuaresmales 1. Por el Padre Javier Andrés, misionero de Cristo Rey. 1.El Corazón de Jesús es la Biblia (San Agustín). 2.La devoción al Sagrado Corazón de Jesús es un modo de concebir la vida cristiana. 3.El Corazón de Jesús nos dice: ¿Por qué me tratas así si yo tengo corazón? 4.Disposiciones para conseguir esta devoción: a) Un gran horror al pecado. b) Una fe viva. c) Un deseo inmenso de amar a Jesucristo. d) El recogimiento interior.