La palabra culpa está estigmatizada por una connotación que nos hace automáticamente ponerla afuera de nosotros", cuando asumimos culpa, desde un lugar de conciencia, estamos integrandola como parte de una realidad que no podíamos ni queríamos reconocer.
La culpa sin castigo, sino como responsabilidad, nos permite acceder a un estado de inocencia , totalmente nuevo, donde podemos resignificar nuestras relaciones y contextos.