El 13 de julio de 2018, tres meses después del estallido social de abril en Nicaragua, sucedió uno de los acontecimientos que más conmoción causó a nivel nacional e internacional. Para esos días, el régimen también emprendía feroces ataques contra las barricadas que se habían levantado en señal de protesta. Le llamaron “la operación limpieza”.

Alrededor de 150 personas, en su mayoría jóvenes y estudiantes, se encontraban atrincherados protestando contra el régimen sandinista desde dos meses antes en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua con sede en Managua (UNAN), y buscaron refugio en la Iglesia católica Divina Misericordia, que queda en el costado sureste de las instalaciones del alma mater. Sin embargo, sucedió lo insólito: los grupos armados progubernamentales o paramilitares dispararon contra el templo por más de catorce horas.

El episodio fue calificado a nivel nacional e internacional como “Una verdadera noche de terror” que cobró la vida de dos personas: Francisco Flores y Gerald Vásquez.