Una nueva reflexión sobre relaciones personales para comenzar tu día, Padres, dejen de salvar a sus hijos / Reflexiones cristianas
Si te gustan reflexiones de la vida o mensajes y predicas cristianas para mujeres, predicas cristianas para jovenes, predicas cortas y otras , este es tu podcast

Estimados padres,
Sé cuánto aman de forma incondicional a sus hijos. Cómo anhelan que ellos tengan una buena vida.
Cómo quieren protegerlos. Cómo quieren que sean felices.
Pero, como soy una maestra que interactúa tanto con niños como con padres a diario, necesito decirles algunas cosas.
Por favor, dejen de proteger a su hijo. Salvándolos de cometer un error. Salvándolos de cada situación difícil con un amigo o compañero.
Salvándolos de las consecuencias.
Las escuelas fueron diseñadas para enseñar lo académico, pero aún más, mi primera prioridad es enseñar habilidades para
enfrentar la vida.
Formo a mis alumnos para que sean amables. Cómo hacer amigos. Cómo ser responsables. Cómo defenderse por sí mismos.
Cómo aceptar las consecuencias de sus acciones. Cómo pedir perdón por el mal que han hecho. Cómo pedir lo que necesitan.
Cómo manejar las situaciones que la vida siempre les deparará.
Y cuando como padres, los salvas de todo esto, no aprenden nada de ello.
Solo piénsenlo, ahora mismo su hijo tiene la oportunidad de aprender muchas lecciones de la vida dentro de un edificio
donde hay adultos por todas partes, todos allí con el único propósito de amar a su hijo y ayudarlo a convertirse en una persona amable,
independiente y capaz. Ahora es el momento perfecto para dejar que su hijo fracase. Para dejarlo luchar con un amigo.
Para que se olviden de sus deberes. Dejarlos ir solos a una excursión. Permitirles que les castiguen sin recreo como consecuencia
de ser poco amables. Porque ahora mismo, cuando se equivocan o tienen dificultades, lo hacen rodeados de profesores dispuestos
a ayudarles a resolverlo.
Dentro de veinte años, si no han tenido la oportunidad de aprender estas lecciones, las repercusiones serán mucho peores.
Como adulto, cuando te olvidas de entregar tu trabajo antes de la fecha límite, tu mamá no puede venir a dejarlo sin más,
y la consecuencia no será perder cinco minutos de recreo. Cuando un compañero de trabajo no es amable contigo,
no puedes pedirles a tus padres que llamen a sus padres y traten conciliar. Para la vida adulta se necesitan
habilidades sociales adquiridas para interactuar con esas personas en nuestras vidas.
Cuando necesitas ayuda, tu trabajo es pedirla.
Saber cómo defenderte a ti mismo en lugar de depender de que tus padres lo hagan por ti.
No me malinterpretes. Sé que amas a tu hijo. Sé que lo estás haciendo porque estás absolutamente obsesionado con ellos.
Pero, por favor, déjenlos luchar ahora, para que sepan mejor cómo lidiar con esas luchas más adelante en la vida.
Una de las cosas que más odio ver es una oportunidad perdida de aprender o crecer para un niño porque los padres
intervinieron y salvaron su día, sin darse cuenta de la oportunidad de aprendizaje que acababan de robarle a su hijo.
Entonces, en lugar de resolver sus problemas por ellos, bríndeles las herramientas para que intenten resolverlos
por sí mismos. Siempre les digo a mis alumnos que cuando encuentren un problema, primero quiero que intenten
resolverlo por sí mismos. Si eso no funciona, entonces quiero que vengan a mí para poder ayudarlos.
Nuestros hijos necesitan saber que nosotros (padres, abuelos, maestros, entrenadores, etc.) estamos todos aquí
para ayudarlos, pero no siempre para salvarlos. Se trata de empoderarlos para que sean lo suficientemente audaces
como para defenderse, defender lo que necesitan y tener el coraje de ser amables con los demás.
Queremos que sepan cómo hablar con los demás cuando están molestos, cómo reconocer sus acciones y
cómo aceptar las consecuencias de sus decisiones.
Esto sólo viene con lucha. Y como padre, quedarse al margen y dejar que ocurra la lucha es doloroso, pero es necesario.
Sé cuánto amas a tu hijo, así que, como maestra, te prometo estas cosas. Seré justa con su hijo.
Los ayudaré a aprender de sus errores, pero también les haré saber que está bien equivocarse.
Los ayudaré a hacer amigos cuando se sientan solos y los guiaré en los momentos en que alguien
sea desagradable con ellos. Les daré un apretón extra cuando sólo necesiten un poco de cariño y
siempre escucharé lo que tengan que decirme. Me aseguraré de que mi salón de clases sea un lugar
donde ellos quieran estar. Un lugar donde se sientan valorados, seguros y amados.
Me aseguraré de que sepan que estoy de su lado y que estoy aquí para ayudarlos.
Así que, por favor, deja de sobreproteger a tu hijo. Déjalos crecer. Lo prometo, estarán bien.
Estoy segura de ello.