Obdulia, no queriendo quedarse atrás respecto a Juliana, persuadió a su madre para que contratara a una criada, y Doña Paca, en su estado de confusión, accedió. La nueva criada, Daniela, demostró ser eficiente en sus deberes. Esa misma noche, Hilaria llegó con una orden de Juliana para obedecer a Doña Paca, lo que esta hizo, aunque su mente estaba nublada y ni siquiera recordaba a su querida Benina.Con las dos criadas a su servicio, Obdulia y Francisca se sintieron cómodas y llegaron a pensar que, al no haberlas extrañado antes, realmente no las necesitaban. Mientras tanto, Juliana, quien no estaba conforme con la llegada de la criada, comenzó a buscar un buen departamento donde pudieran vivir las cuatro, ya que Don Frasquito se había mudado. Sin embargo, él seguía visitándolas con regularidad, incluso pasó un día a caballo, pero tuvo un pequeño accidente sin consecuencias graves.En cuanto a Benina y Almudena, finalmente las liberaron. Benina temía la reacción de Doña Paca al regresar, pero en el fondo sabía que sería bien recibida. También se enteró de la noticia de Don Romualdo y de la riqueza que ahora disfrutaban.
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Misericordia de Benito Pérez Galdós