Decidido a captar la atención de ese caballero, Frasquito fue quien se acercó y se sentó a su lado. Había escuchado hablar de la herencia y deseaba confirmar los rumores. A Frasquito no le molestó en absoluto compartir la mesa con él y, de hecho, le pidió consejos sobre la búsqueda de alojamiento económico. El hombre comenzó a hablar sobre escudos heráldicos, creyendo que ahora que eran acaudalados, merecían tal reconocimiento, pero Frasquito no confirmó nada.Con el tiempo, más personas se unieron a la conversación en la mesa, y no todas le cayeron bien a Don Frasco. Incluso estuvo a punto de enfrentarse a uno de ellos, pero la situación se calmó cuando el tema de conversación cambió a Benina. Un caballero afirmó haberla visto y saber su paradero, lo que llenó de esperanzas a Don Frasquito, aunque se desilusionó al saber que Benina estaba en El Pardo, mendigando con un hombre de origen moro. Preocupado por rescatarla de esa situación, salieron juntos después de comer y acordaron mantenerlo en secreto ante Doña Paca, decididos a hacer todo lo posible por liberar a Benina de su difícil situación.
Puedes escuchar la novela completa en nuestro canal de youtube:
Misericordia de Benito Pérez Galdós