Era la madrugada de un domingo 2 de abril de 1876 cuando el Padre Enrique tiene esta “inspiración” que Dios le regala, de donde nace su ser fundador… la Compañía de Santa Teresa de Jesús. Ese domingo Enrique de Ossó no lograba conciliar el sueño. Su corazón estaba lleno de inquietud, de preguntas… de deseos.

“Me desvelé por la noche con este pensamiento, cosa que a mí me sucede raras veces porque el sueños es continuo, y me desperté sobre las tres de la madrugada, a lo que recuerdo. Y pensando se me ocurrió: congregación o asociación con el nombre de Compañía de Santa Teresa de Jesús, que se dedicará a la enseñanza para regenerar el mundo, educando a la mujer según el espíritu de Santa Teresa de Jesús… tanta impresión hizo en mí este pensamiento que me obligó a levantarme de la cama, y tomando la pluma escribí… el plan de la Compañía.” EO

A 142 años de esta inspiración vamos a escuchar, en este programa, las palabras de algunas hermanas de la Compañía de diferentes partes del mundo, agradeciendo al padre Enrique por su valentía. Por dejar que su corazón escuchara la voz de Dios. Junto con ellas, nosotros los laicos, laicas y todos los que formamos parte de la Familia Teresiana, queremos agradecerle al padre por esta inspiración. Sin ella no existiría la Familia Teresiana como tal.

Gracias padre Enrique... por aquellos sueños.