A su llegada a Colombia, Salvatore Mancuso fue llevado directamente al pabellón de máxima seguridad de la cárcel La Picota. El exjefe paramilitar pagará por varios delitos una pena no mayor a ocho años, como se estableció en Justicia y Paz. Pero además, sigue la puerta abierta por el gobierno nacional para que se convierta en gestor de paz. La primera gran pregunta es qué efecto tendría esto sobre su tiempo de condena. La segunda es que si fue aceptado ante la JEP ¿podría no solo renegociar su pena sino también 'prender el ventilador' acerca del poder paramilitar en Colombia? Las familias de las víctimas reclaman que finalmente haya verdad en sus casos.

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