Escribí y grabé este audio, tomando como base un texto que encontré circulando por las redes y cuyo autor desconozco. Le hice algunas pequeñas modificaciones y lo transformé en esta carta que hoy te estoy entregando. Mi propósito para ti que escucharás este mensaje es notificarte que nuestra historia de amistad ya tiene un final feliz. Sin embargo, quiero pedirte perdón por todos mis errores, más sí por mí, tomaste un día la decisión de alejarte. Ahora bien, que si has permanecido soportándome, creo que te mereces un premio, que de seguro tendrás.

Que la presencia del Señor te alcance donde quieras que estés, te atrape, te sature y no te suelte por la eternidad.

Que Su infinito Amor, se derrame por completo en nuestros corazones hasta el punto que sí o sí, lo tengamos que manifestar.

Que lleguen las respuestas por las que has estado clamando y orando, que ocurran milagros, señales y prodigios.

Que seamos saciados de todo lo bueno, que lo imposible se haga posible, que tengas mil motivos para sonreír, fe para soñar y que seamos investidos de su fuerza sobrenatural para accionar.

Que a partir de este momento toda historia de maldición sea transformada en una de bendición exagerada y salvaje.

Que el Señor abra nuestros ojos espirituales para ver por encima de toda realidad circunstancial, la verdad de los múltiples recursos dispuestos a nuestro favor.
Que el Señor te bendiga y te proteja.
Que el Señor sonría sobre ti, y sea compasivo contigo.
Que el señor te muestre su favor y te de su paz.