2 Reyes 16 y 17 Cuando Dios Quita a Alguien de su Presencia.

Hoy vamos a ver estos dos capítulos que son dolorosos leerlos.

En el capítulo 16 vemos la vida del rey de Judá, que se mezcló con las costumbres de Israel y los demás pueblos. El no marcó la diferencia y se contaminó, contaminando a todo el pueblo. Introdujo la idolatría y hasta sacrificó a uno de sus hijos al fuego. Se pervirtió y profanó el templo de Dios. Esto produjo un efecto dominó de maldiciones y miserias.

En el capítulo siguiente vemos esos efectos por la maldad de los pueblos. Sin embargo, también vemos que Dios fue paciente con ellos y muchas veces les advirtió las consecuencias de estos actos. Aun así tanto los de Israel con los de Judá olvidaron las grandezas del Dios de sus antepasados y solamente lo tenían como uno mas del monton.

Leamos una parte de este capítulo.

2 reyes 17: 13 El SEÑOR advertía a Israel y a Judá por medio de todos los profetas y de todos los videntes, diciendo: “Vuélvanse de sus malos caminos y guarden mis mandamientos y mis estatutos, conforme a toda la ley que mandé a sus padres y que les envié por medio de mis siervos los profetas”.
14 Pero ellos no obedecieron, sino que endurecieron su cerviz, como la cerviz de sus padres, los cuales no creyeron en el SEÑOR su Dios. 15 También desecharon sus leyes y el pacto que él había hecho con sus padres, y sus amonestaciones con que los había amonestado. Fueron tras la vanidad y se hicieron vanos. Imitaban a las naciones que estaban a su alrededor, de las cuales el SEÑOR les había mandado no actuar como ellas. 16 Abandonaron todos los mandamientos del SEÑOR su Dios, se hicieron dos becerros de fundición y un árbol ritual de Asera, se postraron ante todo el ejército de los cielos y sirvieron a Baal. 17 Hicieron pasar por fuego a sus hijos y a sus hijas, practicaron los encantamientos y las adivinaciones, y se entregaron a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR, provocándolo a ira.
18 Por tanto, el SEÑOR se enojó en gran manera contra Israel, y los quitó de su presencia. No quedó sino solo la tribu de Judá. 19 Pero tampoco Judá guardó los mandamientos del SEÑOR su Dios, sino que anduvieron en las prácticas que Israel había establecido.

Es por eso que hasta esta parte de la historia vemos el trágico evento cuando Dios los quitó de su presencia. La paciencia de Dios tiene un límite. Si no fuera así sería un Dios alcahueta, permisivo e injusto. Él es un Dios tan amoroso que les dio muchas oportunidades para que se humillaran y reconocieran su error. Ellos desaprovecharon esta oportunidad y se fueron a los ídolos extranjeros, los adoraron. y Dios los desechó, pues en su ley está estipulado que no se deben adorar otros dioses. Muchos de ellos fueron llevados cautivos. Al final, los israelitas fueron llevados como cautivos a la región de los sirios y los Judios veremos más adelante que fueron llevados a Babilonia.

Espero que podamos hoy aprender de las duras lecciones de ellos.
Ningún placer que se nos presente en el camino podrá reemplazar el amor y la misericordia de Dios. ¡No quiero que el Señor nos aleje de su presencia!
Solo debemos ser rectos delante de Dios. No caigamos en las prácticas que hoy en día muchos cristianos están haciendo, cayendo en inmoralidades, en pecados ocultos, en vivir una doble vida. No aceptemos que vivir una vida de promiscuidad y desenfreno esto va agradar a Dios.
Aunque otros estén viviendo vidas desordenadas y jugando con Dios pretendiendo que lo respetan y veneran pero que con sus hechos lo niegan, nosotros debemos mantenernos guardando las principios valiosos de la palabra de Dios, haciendo la diferencia aún entre las corrientes de prácticas carnales se van filtrando en algunos círculos de cristianos. Hoy vemos en las noticias cristianos famosos como predicadores o cantantes que están apoyando causas que son pecaminosas. La promiscuidad, la infidelidad y el aborto son cosas que estas personalidades religiosas estan apoyando y aceptando, y nos dejan con la boca abierta. El poder, la posición de eminencia y las comodidades han hecho que estas personas quebranten la palabra de Dios de forma desvergonzada y esto está haciendo que muchos débiles caigan en esta clase de prácticas.

¡Espero que hoy nos mantengamos firmes en la fe! no decaigamos sino más bien sigamos siendo luz en las tinieblas. Que nuestra oración es que el Señor nunca nos suelte de su mano y que vivamos agradándole a él sin mirar las malas influencias de algunos que dicen representar el cristianismo.

Soy tu amigo Eduardo Rodriguez.

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