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Marco Aurelio - Meditaciones LIBRO 5 Parte 2 - Audio de Roger Swidorowicz 2021

6. Existe cierto tipo de hombre que, cuando ha hecho un favor a alguien, está dispuesto
también a cargarle en cuenta el favor; mientras que otra persona no está dispuesta a proceder
así. Pero, con todo, en su interior, le considera como si fuera un deudor y es consciente de lo
que ha hecho. Un tercero ni siquiera, en cierto modo, es consciente de lo que ha hecho, sino
que es semejante a una vid que ha producido racimos y nada más reclama después de haber
producido el fruto que le es propio, como el caballo que ha corrido, el perro que ha seguido el
rastro de la pieza o la abeja que ha producido miel. Así, el hombre que hizo un favor, no
persigue un beneficio, sino que lo cede a otro, del mismo modo que la vid se aplica a producir
nuevos racimos a su debido tiempo. Luego, ¿es preciso encontrarse entre los que proceden
así, en cierto modo, inconscientemente? «Sí, pero hay que darse cuenta de esto mismo;
porque es propio del ser sociable, manifiesta, darse cuenta de que obra de acuerdo y conforme
al bien común, y, ¡por Zeus!, lo es también querer que su asociado se dé cuenta.» Cierto es lo
que dices, pero tergiversas lo que acabo de decir. Por ello tú serás uno de aquellos de los que
anteriormente hice mención, pues aquellos también se dejan extraviar por cierta verisimilitud
lógica. Y si intentas comprender el sentido de mis palabras, no temas por eso omitir cualquier
acción útil a la sociedad.
7. Súplica de los atenienses: «Envíanos la lluvia, envíanos la lluvia, Zeus amado, sobre
nuestros campos de cultivo y llanuras.» O no hay que rezar, o hay que hacerlo así, con
sencillez y espontáneamente.
8. Como suele decirse: «Asclepio le ordenó la equitación, los baños de agua fría, el caminar
descalzo», de modo similar también eso: «La naturaleza universal ha ordenado para éste una
enfermedad o una mutilación o una pérdida de un órgano o alguna otra cosa semejante.» Pues
allí el término «ordenó» significa algo así como: «te ha prescrito este tratamiento como
apropiado para recobrar la salud». Y aquí: «lo que sucede a cada uno le ha sido, en cierto
modo, asignado como correspondiente a su destino». Así también nosotros decimos que lo
que nos acontece nos conviene, al igual que los albañiles suelen decir que en las murallas o en
las pirámides las piedras cuadrangulares se ensamblan unas con otras armoniosamente según
determinado tipo de combinación. En resumen, armonía no hay más que una, y del mismo
modo que el mundo, cuerpo de tales dimensiones, se complementa con los cuerpos, así
también el Destino, causa de tales dimensiones, se complementa con todas las causas. E
incluso, los más ignorantes comprenden mis palabras. Pues dicen: «esto le deparaba el
Destino». Por consiguiente, esto le era llevado y esto le era asignado. Aceptemos, pues, estos
sucesos como las prescripciones de Asclepio. Muchas son, en efecto, entre aquéllas, duras,
pero las abrazamos con la esperanza de la salud. Ocasione en ti impresión semejante el
cumplimiento y consumación de lo que decide la naturaleza común, como si se tratara de tu
propia salud. Y del mismo modo abraza también todo lo que acontece, aunque te parezca
duro, porque conduce a aquel objetivo, a la salud del mundo, al progreso y bienestar de Zeus.
Pues no habría deparado algo así a éste, de no haber importado al conjunto; porque la
naturaleza, cualquiera que sea, nada produce que no se adapte al ser gobernado por ella. Por
consiguiente, conviene amar lo que te acontece por dos razones: Una, porque para ti se hizo, y
a ti se te asignó y, en cierto modo, a ti estaba vinculado desde arriba, encadenado por causas
muy antiguas; y en segundo lugar, porque lo que acontece a cada uno en particular es causa
del progreso, de la perfección y ¡por Zeus! de la misma continuidad de aquél que gobierna el
conjunto del universo. Pues queda mutilado el conjunto entero, caso de ser cortada, aunque mínimamente, su conexión y continuidad, tanto de sus partes como de sus causas. Y, en
efecto, quiebras dicha trabazón, en la medida que de ti depende, siempre que te disgustas y, en
cierto modo, la destruyes. marco aurelio, filosofia, autoayuda, roger swidorowicz, epicteto, sartre, hegel, kant, sofistas, historia, roma, nietzsche, historia de la filosofia,
filosofía, philosophy, aristoteles, oscar wilde, grecia, platon, socrates, the school of life, la escuela de la vida, pensamiento, estoico, estoicos
Marco Aurelio - Meditaciones LIBRO 5 Parte 2 - Audio de Roger Swidorowicz 2021 6. Existe cierto tipo de hombre que, cuando ha hecho un favor a alguien, está dispuesto también a cargarle en cuenta el favor; mientras que otra persona no está dispuesta a proceder así. Pero, con todo, en su interior, le considera como si fuera un deudor y es consciente de lo que ha hecho. Un tercero ni siquiera, en cierto modo, es consciente de lo que ha hecho, sino que es semejante a una vid que ha producido racimos y nada más reclama después de haber producido el fruto que le es propio, como el caballo que ha corrido, el perro que ha seguido el rastro de la pieza o la abeja que ha producido miel. Así, el hombre que hizo un favor, no persigue un beneficio, sino que lo cede a otro, del mismo modo que la vid se aplica a producir nuevos racimos a su debido tiempo. Luego, ¿es preciso encontrarse entre los que proceden así, en cierto modo, inconscientemente? «Sí, pero hay que darse cuenta de esto mismo; porque es propio del ser sociable, manifiesta, darse cuenta de que obra de acuerdo y conforme al bien común, y, ¡por Zeus!, lo es también querer que su asociado se dé cuenta.» Cierto es lo que dices, pero tergiversas lo que acabo de decir. Por ello tú serás uno de aquellos de los que anteriormente hice mención, pues aquellos también se dejan extraviar por cierta verisimilitud lógica. Y si intentas comprender el sentido de mis palabras, no temas por eso omitir cualquier acción útil a la sociedad. 7. Súplica de los atenienses: «Envíanos la lluvia, envíanos la lluvia, Zeus amado, sobre nuestros campos de cultivo y llanuras.» O no hay que rezar, o hay que hacerlo así, con sencillez y espontáneamente. 8. Como suele decirse: «Asclepio le ordenó la equitación, los baños de agua fría, el caminar descalzo», de modo similar también eso: «La naturaleza universal ha ordenado para éste una enfermedad o una mutilación o una pérdida de un órgano o alguna otra cosa semejante.» Pues allí el término «ordenó» significa algo así como: «te ha prescrito este tratamiento como apropiado para recobrar la salud». Y aquí: «lo que sucede a cada uno le ha sido, en cierto modo, asignado como correspondiente a su destino». Así también nosotros decimos que lo que nos acontece nos conviene, al igual que los albañiles suelen decir que en las murallas o en las pirámides las piedras cuadrangulares se ensamblan unas con otras armoniosamente según determinado tipo de combinación. En resumen, armonía no hay más que una, y del mismo modo que el mundo, cuerpo de tales dimensiones, se complementa con los cuerpos, así también el Destino, causa de tales dimensiones, se complementa con todas las causas. E incluso, los más ignorantes comprenden mis palabras. Pues dicen: «esto le deparaba el Destino». Por consiguiente, esto le era llevado y esto le era asignado. Aceptemos, pues, estos sucesos como las prescripciones de Asclepio. Muchas son, en efecto, entre aquéllas, duras, pero las abrazamos con la esperanza de la salud. Ocasione en ti impresión semejante el cumplimiento y consumación de lo que decide la naturaleza común, como si se tratara de tu propia salud. Y del mismo modo abraza también todo lo que acontece, aunque te parezca duro, porque conduce a aquel objetivo, a la salud del mundo, al progreso y bienestar de Zeus. Pues no habría deparado algo así a éste, de no haber importado al conjunto; porque la naturaleza, cualquiera que sea, nada produce que no se adapte al ser gobernado por ella. Por consiguiente, conviene amar lo que te acontece por dos razones: Una, porque para ti se hizo, y a ti se te asignó y, en cierto modo, a ti estaba vinculado desde arriba, encadenado por causas muy antiguas; y en segundo lugar, porque lo que acontece a cada uno en particular es causa del progreso, de la perfección y ¡por Zeus! de la misma continuidad de aquél que gobierna el conjunto del universo. Pues queda mutilado el conjunto entero, caso de ser cortada, aunque mínimamente, su conexión y continuidad, tanto de sus partes como de sus causas. Y, en efecto, quiebras dicha trabazón, en la medida que de ti depende, siempre que te disgustas y, en cierto modo, la destruyes. marco aurelio, filosofia, autoayuda, roger swidorowicz, epicteto, sartre, hegel, kant, sofistas, historia, roma, nietzsche, historia de la filosofia, filosofía, philosophy, aristoteles, oscar wilde, grecia, platon, socrates, the school of life, la escuela de la vida, pensamiento, estoico, estoicos read more read less

3 years ago #aristoteles, #autoayuda, #epicteto, #filosofia, #filosofía, #grecia, #hegel, #historia, #historia-de-la-filosofia, #kant, #marco-aurelio, #nietzsche, #philosophy, #platon, #roger-swidorowicz, #roma, #sartre, #socrates, #sofistas, #the-school-of-life