Cuando era jóven (sí ya sé Zavala, fue hace un chingo) fuimos un conjunto de aprendices de científicos a la feria del libro de minería, lo que ya de suyo es una experiencia maravillosa (envidia por aquellos maestros fundadores que allí estudiaron) y luego, de regreso al metro pasamos por bellas artes y nos preguntamos todos si habíamos entrado, ninguno había estado alli. Entramos a que se nos cayera la baba ante la obra mural que allí tiene albergue