Lo normal es que me digas que a nadie. Y si no es así, no quiero saberlo.
Pero bromas aparte, esa pregunta no es ningún chiste. Es por desgracia la pregunta que suele hacernos nuestro "juez interior" cada vez que nos planteamos conseguir algo que desafía algunos de nuestros roles actuales, o que lo que queremos hacer desafía lo suficiente los límites de nuestra Zona de Confort.
En otras palabras, es a lo que llamamos, "El Síndrome Del Impostor".
“¿Y Tú A Quién Quieres Engañar?”
Lo normal es que me digas que a nadie. Y si no es así, no quiero saberlo.
Pero bromas aparte, esa pregunta no es ningún chiste. Es por desgracia la pregunta que suele hacernos nuestro "juez interior" cada vez que nos planteamos conseguir algo que desafía algunos de nuestros roles actuales, o que lo que queremos hacer desafía lo suficiente los límites de nuestra Zona de Confort.
En otras palabras, es a lo que llamamos, "El Síndrome Del Impostor".
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