En el programa Chayo Contigo la Dra. Rosario Busquets nos platica de:

Mi esposo me fue infiel, su amante me contactó para comentarme que su relación después de 9 años había terminado. No hice dramas y hablando con el me dijo que esa relación solo había sido sexual. Hace 10 años no tenemos relaciones sexuales. Le propuse "volver a empezar", que fuéramos nuevamente una familia y que volviéramos a dormir juntos, a lo que él me dijo que íbamos a ir viendo, de igual forma le dije que si iba a buscar sexo afuera me debía comentar porque tenemos los mismos derechos, a lo que él me dijo que no me preocupara y que todo iba a estar bien, no sé cómo tomar esto y qué debo hacer.
Estoy a punto de rendirme, me casé hace año y medio y no han parado los conflictos. Tenemos un bebé de 9 meses, mi último recurso es tomar terapia pero mi esposo no quiere. Me lleva 23 años, el es de ciudad y yo de rancho. Mi forma de ser no la ha aceptado al cien por ciento y me dice que contesto muy feo. Quiero salvar mi matrimonio.
Hace un mes tuve un problema con mis hermanas y con mi sobrino, el quiso pegarle a mi hija (ambos tienen 25 años) y su novio trató de defenderla, por lo que mi sobrino se le fue encima y a mi me tumbó al suelo. Mi hermana empezó a golpear a mi hija. Yo tengo secuelas de poliomielitis y mi esposo también es discapacitado. Mi hermana le dijo a mi otra hermana que nosotros habíamos tenido la culpa y ahora estoy muy triste porque además vivimos todos juntos.
Un regaño no es ponerle una consecuencia a tu hijo, ésta debe ser una experiencia, una situación "desagradable", no en el sentido de martirizarlos y hacerlos sufrir, pero si incómoda, una molestia. Debe haber una carencia o una experiencia que no le gusta, para que eso lo lleve a pensar la próxima vez que mejor no hace lo que hizo.
No todas la reglas que se ponen en casa abarcan la posibilidad que los chicos pueden llegar a presentar. Dentro de la ley hay un principio que dice que el no conocer la regla no te exime de pagar las consecuencias de la misma, y esto mismo debe pasar en casa.
¿Por qué cuando elegimos pareja o amistades solemos equivocarnos? En ocasiones nuestras elecciones responden a nuestros esquemas, a nuestros deseos, a nuestros objetivos, a nuestras necesidades, sean adecuadas o no.