Los tratamientos inhibidores de las vías JAK, terapias basadas en el uso de pequeñas moléculas, prometían, hace un par de años, un cambio de paradigma en el tratamiento de enfermedades como la colitis ulcerosa de moderada a grave. En primer lugar, porque su administración oral los hacía especialmente atractivos para el fácil manejo de la enfermedad. Y, en segundo lugar, porque su mecanismo de acción prometía ser capaz de bloquear múltiples citoquinas al mismo tiempo.
A día de hoy, ¿estos tratamientos han cubierto todas estas expectativas? ¿Son más eficaces y seguros que otros tratamientos disponibles? Le trasladamos estas preguntas al Dr. Alessandro Armuzzi, director de la unidad de EII de la Fondazione Policlinico Gemelli y Profesor de la Universita Cattolica de Rome, especialista reconocido a nivel internacional, que ha colaborado en múltiples investigaciones de gran relevancia en esta patología.
Los tratamientos inhibidores de las vías JAK, terapias basadas en el uso de pequeñas moléculas, prometían, hace un par de años, un cambio de paradigma en el tratamiento de enfermedades como la colitis ulcerosa de moderada a grave. En primer lugar, porque su administración oral los hacía especialmente atractivos para el fácil manejo de la enfermedad. Y, en segundo lugar, porque su mecanismo de acción prometía ser capaz de bloquear múltiples citoquinas al mismo tiempo. A día de hoy, ¿estos tratamientos han cubierto todas estas expectativas? ¿Son más eficaces y seguros que otros tratamientos disponibles? Le trasladamos estas preguntas al Dr. Alessandro Armuzzi, director de la unidad de EII de la Fondazione Policlinico Gemelli y Profesor de la Universita Cattolica de Rome, especialista reconocido a nivel internacional, que ha colaborado en múltiples investigaciones de gran relevancia en esta patología.
read more
read less
