David regresaba de la guerra y se encontró con una de las experiencias más fuertes en ese momento en su vida: los enemigos habían invadido su campamento donde vivía David con su familia pero también las familias esposas e hijos de sus soldados. Los enemigos se habían llevado todo están todas las familias como sus pertenencias sus posesiones. David y su 600 soldados lloraron como niños. Fue tanto el dolor que la escritura describe que no tenía fuerzas más para llorar. Esta es una descripción cuando el trauma de la pérdida produjo depresión colectiva. Para añadir más dolor a esta la tragedia, ese dolor se convirtió en amargura y esa amargura produjo que los mismos compañeros de David hablaran de coger piedras y matar a David por el resentimiento de haber perdido todo. Es la típica reacción de culpar a alguien por el fracaso. Aunque David sentía el mismo dolor y la misma desesperación y frustración, David sacó las pocas fuerzas que tenía y, en vez de buscar un culpable o dejarse llevar por la rabia e irse en contra de alguien más, David se levantó llamo al sacerdote que estaba con él para consultar a Dios! David le pidió dirección al Señor como acostumbraba a hacerlo cuando debía tomar decisiones importantes. David fue específico con Dios y le preguntó a Dios si debería perseguir a los secuestradores. El Señor le dio luz verde a David y le afirmó que sí; que debería de perseguirlos. Y no sólo eso sino que también le confirmo que iba a recuperar todo lo perdido. La situación era tan difícil que de los 600 hombres 200 se tuvieron que quedar cuidando lo que quedaba porque no pudieron cruzar un arroyo de lo débiles que estaban. Así que pensemos un momento: para conocer la voluntad de Dios simplemente hay que llamarlo a él y si tú le pides un consejo él te dará las direcciones. Lo que sigue después es un acto de fe o una ACCIÓN que hay que hacer para poder llegar a la respuesta, o recuperar lo perdido, o como quieras llamar la bendición que necesitas: Tan pronto pasaron al otro lado se encontraron en el camino a un egipcio moribundo que llevaba tres días sin comer y sin tomar nada. Lee literalmente este suceso bíblico en 1 Samuel 30 de la versión Nueva traducción viviente (NTV) "11 En el camino encontraron a un egipcio en un campo y lo llevaron a David. Le dieron pan para comer y agua para beber. 12 También le dieron parte de un pastel de higos y dos racimos de pasas, porque no había comido ni bebido nada durante tres días y tres noches. Al poco tiempo recobró sus fuerzas. 13 —¿A quién le perteneces y de dónde vienes? —le preguntó David. —Soy egipcio, esclavo de un amalecita —respondió—. Mi amo me abandonó hace tres días porque yo estaba enfermo.14 Regresábamos de asaltar a los cereteos en el Neguev, el territorio de Judá y la tierra de Caleb, y acabábamos de incendiar Siclag. 15 —¿Me guiarás a esa banda de saqueadores? —preguntó David. El joven contestó: —Si haces un juramento en el nombre de Dios que no me matarás ni me devolverás a mi amo, entonces te guiaré a ellos. 16 Así que guió a David hasta los amalecitas..." Qué tiene que ver un egipcio en el camino sí estoy preocupado por recuperar mi esposa y mis hijos? tal vez no había tiempo para perder! cada minuto que pasaba era un minuto perdido, era un minuto más lejos distancia para poder alcanzar a mis enemigos y recuperar mis posesiones... Pero podemos ver que precisamente en ese "sujeto" que aparentemente era un ser inservible y un estorbo en el camino y has5a menospreciable por ser egipcio, se convirtió en la clave de la victoria sobre los enemigos y la recuperación y restauración de las familias y posesiones. Y esa es la otra clave o contraseña: tengo que poner de mi parte y hacer algo por mi prójimo. Así me acerco más al propósito de Dios. Creo que si David hubiera ignorado al egipcio le hubiera tomado más tiempo más esfuerzo para haber llegado a la meta... o tal vez nunca hubiera llegado! Sólo podemos deducir eso pero sí podemos ver que David sintió y vió como un propósito divino el que se hayan encontrado ese egipcio. Anhelamos y clamamos por un milagro del cielo pero... ¿qué estamos haciendo nosotros? A veces nos encerramos tanto nuestro problemas y buscamos esa solución directa y no nos damos cuenta que al ayudar a otros, que al apoyar a otros, que al dar antes de yo recibir, es donde voy a empezar a ver cómo se abre el cielo a mi favor. Tal vez tenga que hacer cambios drásticos personales para poder ayudar a ese prójimo. Llámese hijo, llámese esposo o esposa, llámese amigo o hermano de la Iglesia, tal vez tienes que modificar algo en mi actitud o mal hábito para mejorar una relación; o tal vez sea un vecino o una persona desconocida la cual yo le brinda de lo que yo tengo, y así DANDO a otro yo pueda recibir. Después de darle comida al egipcio, el egipcio recupera sus fuerzas y guía a David hacia los amalecitas. Apenas ellos estaban celebrando el botín de lo que le habían quitado a David, cuando Dagid los sorprendió los atacó y recuperó absolutamente todo lo que le habían quitado! Ni una vida se había perdido, ninguna riqueza había menguado y no sólo eso sino que les quitó a los amalecitas de lo que ellos ya tenían antes. imaginese que lo repartieron todo en medio de ellos para 400 hombres que pelearon, mas los 200 que quedaron en sus campamentos y no sólo eso: el botín era tan grande que lo repartieron en muchísimas ciudades de la tribu de Judá, lo enviaron como regalo en representación de lo que Dios les había dado, así de grande fue la victoria de David! Así que un evento tan trágico como el que vivió David y sus compañeros, no solo miraron una restauración que Dios les pudo dar cuando primero clamaron a Dios, sino también cuando ayudaron al egipcio. Cuando hacemos lo que nos toca hacer por nuestro prójimo en el camino hacia esa bendición, entonces veremos restauración! Y no solamente eso sino bendición en abundancia hasta para repartir a todo el mundo. Así que hagamos justicia, cambiemos de actitud, brindemos misericordia, compasión, pon tus manos tus pocos recursos que tienes o que te quedan, ponlos de la mano de Dios para servir a otros y vas a ver como las claves de las puertas y ventanas del cielo se abrirán para ti. Un congresista¹ y profesor llamado Óscar Tulio Lizcano hizo trámites para que el gobierno de diera una casa a una familia indígena. Fue secuestrado por muchos años por las FARC. La señora reconoció al congresista por TV y le rogó a su hijo que se había metido a la guerrilla que lo soltara. Poco tiempo después Alias Izaza llamado Wilson Buenolargo lo colocaron como el carcelero del congresista y planeó liberarlo y escapar juntos. Este guerrillero era el hijo de la señora que el profesor Óscar Tulio le había tramitado la casita! Esa acción social que sembró la cosechó años después para que su propio carcelero fuera la clave para su liberación! Dios es justo, y el mira cuando tú en medio de necesidades, problemas o escasez pones tus talentos y recursos limitados para ayudar al prójimo. Considera lo que te digo y Dios te de entendimiento de todo. ¹ https://www.google.ca/amp/s/www.eltiempo.com/amp/politica/congreso/perfil-de-oscar-tulio-lizcano-congresista-que-fue-secuestrado-por-las-farc-280322