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¿Cómo respondes al consejo de otros? ¿Lo buscas? ¿Lo evitas? La Biblia nos dice que en los muchos consejos hay seguridad:
“Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; Mas en la multitud de consejeros hay seguridad.” Proverbios 11:14

Claro está que no cualquier consejo es bueno. Si nos arrimamos a gente sabia, sus consejos nos llevarán por buen camino. Mas si vamos buscando el consejo de aquellos que nos dicen lo que queremos oír, no vamos a superar nuestra sabiduría actual. Sus consejos no nos aportarán nada nuevo y no nos harán más sabios.

¿Recuerdas all rey Roboam, el cual, cuando su padre Salomón falleció y le pasó el trono, buscó el consejo de los más experimentados sobre cómo llevar el reino? Mas no gustándole el consejo que estos le daban, Roboam fue a consultar con los más jóvenes que le servían, para que estos le dieran el consejo que este quería oír.
Nos relata 2 Crónicas 10:8 que Roboam, “dejando el consejo que le dieron los ancianos, tomó consejo con los jóvenes que se habían criado con él, y que estaban a su servicio.”
Y así fue como Roboam causó una división en el reino.

Todos tendemos a hacer lo mismo. Nos incomoda recibir consejo que contrasta con lo que ya queremos hacer, y huimos de verdades que nos incomodan. El Salmo 1 nos dice que Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.”

Proverbios 19:27 advierte: “Cesa, hijo mío, de oír las enseñanzas Que te hacen divagar de las razones de sabiduría.”

El sabio escritor de Proverbios advierte que hay enseñanzas que nos alejan de la sabiduría. Nos pueden llevar a pensar erróneamente, hasta el punto de tomar decisiones que nos alejan de Dios y nos llevan lejos de la vida que Dios querría que disfrutáramos.

Proverbios nos exhorta a escuchar aquel consejo que nos hará más sabios, que nos acercará a Dios y que no nos dejará ir por el camino a la perdición.

Nos dice Proverbios 12:15 que “El camino del necio es recto a sus propios ojos, mas el que escucha consejos es sabio.”

Podemos llegar a pensar que nuestro camino es bueno cuando en realidad vamos por la senda equivocada. Nos conviene cuestionar lo que estamos haciendo y analizar el destino de la senda por la que andamos, para que si es necesario hacer rectificaciones, no nos desviemos mucho del buen camino.

Se nos anima en la cultura moderna a escuchar a nuestro corazón. Se ve con malos ojos las decisiones tomadas con la mente y se exaltan aquellas que se toman basadas en las emociones. Pero no debemos engañarnos. Las emociones son reales, pero no son duraderas ni fiables. En medio de un problema, podemos sentirnos abrumadas por muchas emociones, y la toma de decisiones puede hacerse complicada.

Proverbios 20:5 dice que “Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre; Mas el hombre entendido lo alcanzará.” No es fácil discernir, mas con entendimiento se puede alcanzar.

Proverbios 28:26 nos advierte que “El que confía en su propio corazón es un necio, pero el que anda con sabiduría será librado.”

Este pensamiento contrasta con el eslogan de Disney “sigue tu corazón.” ¿Sabes que la Biblia enseña que nuestro corazón es engañoso? Jeremías 17:9 dice “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” Sin embargo nos dice el siguiente versículo que Dios conoce nuestros corazones a la perfección. Podemos darle nuestros deseos y nuestros miedos a Él, porque Él nos conoce mejor que nosotros a nosotros mismos. Podemos confiar que sus consejos y sus caminos nos llevarán a buen fin.

Proverbios 19:20 “Escucha el consejo y acepta la corrección, para que seas sabio el resto de tus días.”

Proverbios 29:17 da instrucciones a los padres diciendo: “Corrige a tu hijo, y te dará descanso, Y dará alegría a tu alma.”

Si no hay corrección, no hay enseñanza. Las pequeñas correcciones en los momentos adecuados enderezarán la senda de nuestros hijos de modo que más tarde no tengan que sufrir grandes trastornos.

Hebreos 12:11 nos anima diciendo: “Es verdad que ninguna disciplina (o corrección) al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.”

Claro está que la manera en que respondamos a la corrección y al consejo determinará la eficacia de este:

Proverbios 29:1 comparte una triste verdad: “El hombre que reprendido endurece la cerviz, De repente será quebrantado, y no habrá para él medicina.”

Si al recibir el consejo, la reacción es dureza de corazón, el consejo no le hará ningún bien. Al contrario, al endurecerse, se obstinará en el camino erróneo, y será muy difícil enderezar lo torcido.

Mas incluso de estos malos ejemplos, una persona sabia puede sacar provecho
Proverbios 19:25 “Hiere al escarnecedor, y el simple se hará avisado; Y corrigiendo al entendido, entenderá ciencia.”

Escarnecedor no es un adjetivo que utilicemos a menudo. Algunos sinónimos de escarnecedor son injurioso, blasfemo, insultante, ofensivo, burlón; digamos que es el típico bully. Nos dice el versículo que cuando a este se le disciplina, los simples, aquellos que lo ven e igual lo admiran de algún modo, son avisados. Por eso es importante tener un buen sistema de justicia, desde el hogar hasta a nivel nacional. Si los escarnecedores no son adecuadamente reprendidos, los simples que les siguen no reciben la advertencia. MAs nos dice la segunda parte del proverbio que cuando el entendido recibe la corrección, adquirirá conocimiento. Si la corrección se recibe de buena manera, se habrá ganado conocimiento, y el resultado será bueno.

Pidamos a Dios que nos ayude a poner en práctica esta dinámica: Saber dar una corrección como conviene en el momento adecuado y saber aceptar la corrección y el consejo. Si practicamos esto, veremos un aumento en sabiduría y paz en nuestra vida y en la de nuestros seres queridos.
¿Cómo respondes al consejo de otros? ¿Lo buscas? ¿Lo evitas? La Biblia nos dice que en los muchos consejos hay seguridad: “Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; Mas en la multitud de consejeros hay seguridad.” Proverbios 11:14 Claro está que no cualquier consejo es bueno. Si nos arrimamos a gente sabia, sus consejos nos llevarán por buen camino. Mas si vamos buscando el consejo de aquellos que nos dicen lo que queremos oír, no vamos a superar nuestra sabiduría actual. Sus consejos no nos aportarán nada nuevo y no nos harán más sabios. ¿Recuerdas all rey Roboam, el cual, cuando su padre Salomón falleció y le pasó el trono, buscó el consejo de los más experimentados sobre cómo llevar el reino? Mas no gustándole el consejo que estos le daban, Roboam fue a consultar con los más jóvenes que le servían, para que estos le dieran el consejo que este quería oír. Nos relata 2 Crónicas 10:8 que Roboam, “dejando el consejo que le dieron los ancianos, tomó consejo con los jóvenes que se habían criado con él, y que estaban a su servicio.” Y así fue como Roboam causó una división en el reino. Todos tendemos a hacer lo mismo. Nos incomoda recibir consejo que contrasta con lo que ya queremos hacer, y huimos de verdades que nos incomodan. El Salmo 1 nos dice que Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.” Proverbios 19:27 advierte: “Cesa, hijo mío, de oír las enseñanzas Que te hacen divagar de las razones de sabiduría.” El sabio escritor de Proverbios advierte que hay enseñanzas que nos alejan de la sabiduría. Nos pueden llevar a pensar erróneamente, hasta el punto de tomar decisiones que nos alejan de Dios y nos llevan lejos de la vida que Dios querría que disfrutáramos. Proverbios nos exhorta a escuchar aquel consejo que nos hará más sabios, que nos acercará a Dios y que no nos dejará ir por el camino a la perdición. Nos dice Proverbios 12:15 que “El camino del necio es recto a sus propios ojos, mas el que escucha consejos es sabio.” Podemos llegar a pensar que nuestro camino es bueno cuando en realidad vamos por la senda equivocada. Nos conviene cuestionar lo que estamos haciendo y analizar el destino de la senda por la que andamos, para que si es necesario hacer rectificaciones, no nos desviemos mucho del buen camino. Se nos anima en la cultura moderna a escuchar a nuestro corazón. Se ve con malos ojos las decisiones tomadas con la mente y se exaltan aquellas que se toman basadas en las emociones. Pero no debemos engañarnos. Las emociones son reales, pero no son duraderas ni fiables. En medio de un problema, podemos sentirnos abrumadas por muchas emociones, y la toma de decisiones puede hacerse complicada. Proverbios 20:5 dice que “Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre; Mas el hombre entendido lo alcanzará.” No es fácil discernir, mas con entendimiento se puede alcanzar. Proverbios 28:26 nos advierte que “El que confía en su propio corazón es un necio, pero el que anda con sabiduría será librado.” Este pensamiento contrasta con el eslogan de Disney “sigue tu corazón.” ¿Sabes que la Biblia enseña que nuestro corazón es engañoso? Jeremías 17:9 dice “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” Sin embargo nos dice el siguiente versículo que Dios conoce nuestros corazones a la perfección. Podemos darle nuestros deseos y nuestros miedos a Él, porque Él nos conoce mejor que nosotros a nosotros mismos. Podemos confiar que sus consejos y sus caminos nos llevarán a buen fin. Proverbios 19:20 “Escucha el consejo y acepta la corrección, para que seas sabio el resto de tus días.” Proverbios 29:17 da instrucciones a los padres diciendo: “Corrige a tu hijo, y te dará descanso, Y dará alegría a tu alma.” Si no hay corrección, no hay enseñanza. Las pequeñas correcciones en los momentos adecuados enderezarán la senda de nuestros hijos de modo que más tarde no tengan que sufrir grandes trastornos. Hebreos 12:11 nos anima diciendo: “Es verdad que ninguna disciplina (o corrección) al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.” Claro está que la manera en que respondamos a la corrección y al consejo determinará la eficacia de este: Proverbios 29:1 comparte una triste verdad: “El hombre que reprendido endurece la cerviz, De repente será quebrantado, y no habrá para él medicina.” Si al recibir el consejo, la reacción es dureza de corazón, el consejo no le hará ningún bien. Al contrario, al endurecerse, se obstinará en el camino erróneo, y será muy difícil enderezar lo torcido. Mas incluso de estos malos ejemplos, una persona sabia puede sacar provecho Proverbios 19:25 “Hiere al escarnecedor, y el simple se hará avisado; Y corrigiendo al entendido, entenderá ciencia.” Escarnecedor no es un adjetivo que utilicemos a menudo. Algunos sinónimos de escarnecedor son injurioso, blasfemo, insultante, ofensivo, burlón; digamos que es el típico bully. Nos dice el versículo que cuando a este se le disciplina, los simples, aquellos que lo ven e igual lo admiran de algún modo, son avisados. Por eso es importante tener un buen sistema de justicia, desde el hogar hasta a nivel nacional. Si los escarnecedores no son adecuadamente reprendidos, los simples que les siguen no reciben la advertencia. MAs nos dice la segunda parte del proverbio que cuando el entendido recibe la corrección, adquirirá conocimiento. Si la corrección se recibe de buena manera, se habrá ganado conocimiento, y el resultado será bueno. Pidamos a Dios que nos ayude a poner en práctica esta dinámica: Saber dar una corrección como conviene en el momento adecuado y saber aceptar la corrección y el consejo. Si practicamos esto, veremos un aumento en sabiduría y paz en nuestra vida y en la de nuestros seres queridos. read more read less

9 months ago #avisado, #biblia, #consejo, #corazón, #necio, #orgullo, #rechaza, #sabiduría